La Universidad Experimental Libertador (UPEL) de Maturín, no solo arribó a un años más con aulas vacías producto de una pandemia global y con hechos delictivos perpetrados en varias áreas, sino que ahora, un grupo irregular causó destrozos en el sector B y provocó el incendio de la oficina la Asociación de Profesores de esta misma casa de estudios (Aproupel).
Hernán Azócar, presidente de Aproupel, denunció que delincuentes provocaron los graves daños a la sede, sino que también el fuego se extendió a la Sala de Informática y Extensión Cultural.
«No sabemos con exactitud si ocurrió en la noche de ayer sábado o hoy en la madrugada. Lo cierto es que ocasionaron innumerables daños en el mobiliario que teníamos: escritorios, sillas, papelería, televisor, nevera. Todo nuestro espacio fue totalmente devastado por las llamas», declaró Azócar para El Periódico de Monagas vía telefónica.
Al sitio se apersonaron comisiones de Protección Civil y del Cuerpo de Bomberos del estado Monagas, quienes iniciaron las experticias en el sitio.
A través de una gráficas, se pudo evidenciar que algunas ventanas fueron violentadas y el tablero de electricidad fue destrozado.
Azócar agregó que el Gobierno Nacional y las autoridades del Pedagógico tienen responsabilidad de lo sucedido, apuesto que son los responsables de mantener blindado estos espacios para la formación de profesionales.
«Pensamos que detrás de esto hay algunos autores de carácter ideológico. La Universidad no hace daño a nuestra sociedad, mas bien es quien provee a los ciudadanos de la instrucción para formarse como profesionales. Creemos que hay una política nacional del Gobierno errada, en el ánimo de ser alérgicos a la educación y a los procesos de cambio que deben existir en la sociedad», dijo.
Aseguró de igual forma que «no vamos a desmayar en esa reconstrucción que hace falta en Venezuela, para brindarle a las futuras generaciones un escenario de progreso para que cada uno de nosotros tenga sus oportunidades».