Igual que hace dos años, una tarde lluviosa y gris, unos ladrones acabaron con la vida un de joven universitario; talentoso y con un futuro brillante y excepcional. Un impacto de bala en el rostro puso fin a un acto de amor, evitar que a su novia le quitaran el teléfono.
Hoy el recuerdo de Geraldo Ledezma, estudiante de Ingeniería de Sistemas de la UDO, sigue presente en el sentir de los estudiantes en Maturín, puesto que, la criminalidad traspasó los muros de la Casa más alta de Oriente en Los Guaritos, y acabó con el sueño, no solo del muchacho, sino de toda una familia.
Aunque el caso, según el Cicpc, fue resuelto, y por eso vino a Monagas el director nacional del cuerpo detectivesco, Douglas Rico, familiares de Geraldo aún claman por justicia puesto que el autor del crimen sigue libre.
Al joven estudiante lo abordaron cerca del comedor, cuando no había casi movimiento de personas en el lugar. Dos sujetos que andaban en un carro Toyota Corolla dorado, placas AG397LM, llegaron al sitio y con pistola en mano lo sometieron junto a su novia; Dios te bendiga fueron las últimas palabras de Geraldo antes de morir.
En este entonces Rico dijo informó la captura de Carlos Alberto Brito Villarroel (20), alias “El Titi”, pero faltaba por detener a José Gregorio Herrera Medrano (21), alias “El Goyito”, quien le disparó. Éste último anda suelto y tiene alerta roja internacional, puesto que se presume haya huido del país.
Las muestras de cariño y de solidaridad del movimiento estudiantil en Monagas no se han hecho esperar, pese a esto, el vacío no parece terminar. Las autoridades dieron su versión pero aún hay muchas dudas por responder, porque se supone que un centro educativo o universidad debe ser un espacio seguro para quienes acuden a formarse.