La psicóloga Nilda Salazar, quien asistió al programa El Periódico con los Vecinos, reconoció que «el cáncer de mama es uno de los principales problemas relacionados con la salud de la mujer, y las diversas formas de tratamiento pueden dar lugar a cambios en el cuerpo».
«Una mujer es algo más que un seno, pero hay que tomar en cuenta que cuando una mujer pierde su cabello después de sesiones de quimioterapia, o se observa una vez que por el cáncer le proceden a extirpar los tumores en uno de los senos o en los dos senos, se afecta notablemente su feminidad, no es nada fácil, pero allí opera su actitud, el sobreponerse a temas que tienen que ver con su autoestima, con su feminidad», afirmó la especialista.
-Los factores que intervienen en la sexualidad de estas mujeres, requieren un enfoque específico, ya que el tratamiento de las mujeres se basa en el diagnóstico y tratamiento de problemas de salud y no cubre necesariamente toda la complejidad que exige el tema. No existen psicólogos o especialistas que le hagan seguimiento a estas mujeres, no los hay en el sistema de salud público y muy poco en la atención dirigida en el campo privado.
Reconoce la psicóloga que las mujeres con cáncer de mama pueden disminuir o interrumpir su actividad sexual durante el tratamiento, y que muchas de ellas tienen disfunción sexual con los cambios en varias etapas de la sexualidad, y estos cambios varían entre las mujeres en tratamiento y mujeres que completaron tratamiento. Estas diferencias también surgen cuando se comparan diferentes tipos de tratamiento, conservador y quirúrgico.
Aun cuando la profesional afirma que el cáncer de mama es uno de los principales problemas relacionados con la salud de la mujer, también hay que tomar en cuenta todos los cambios emocionales que se producen y que requieren atención, considera que las estadísticas indican aumento de su incidencia tanto en los países desarrollados como en los que están en desarrollo y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las décadas 60 y 70 se registró un aumento de 10 veces en las tasas de incidencia, ajustadas por edad, en los Registros de Cáncer de Base Poblacional de diversos continentes.
Considera que a pesar de que la terapia para el cáncer de mama es individual, lo ideal es que reciban atención psicológica y orientada de acuerdo con la extensión de la enfermedad, sus características biológicas y condición clínica de la mujer.
Dice que las diversas formas de tratamiento pueden generar sentimientos contradictorios entre la esperanza de cura y el miedo a enfrentar los cambios corporales. Estos factores pueden afectar la feminidad y comprometer las relaciones con la pareja, llevando a una baja autoestima y daño de la imagen psíquica que la mujer tiene de sí misma y de su sexualidad. Efectos secundarios al tratamiento como alteración en la producción de hormonas sexuales y menopausia precoz pueden agravar el cuadro.
Se requiere un abordaje dirigido, visto que la atención a ella se basa en el diagnóstico y tratamiento de problemas de salud y no necesariamente engloba toda la complejidad que el tema exige. El uso de la revisión integral, con el levantamiento de datos acerca de las alteraciones en la sexualidad de las mujeres con cáncer de mama, se vuelve de suma importancia en la práctica para ayudar la asistencia a la mujer durante y tras el tratamiento.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.