Usamos cookies para ayudarle a navegar de manera eficiente y realizar ciertas funciones. Encontrará información detallada sobre cada una de las cookies bajo cada categoría de consentimiento a continuación.
Las cookies categorizadas como “Necesarias” se guardan en su navegador, ya que son esenciales para permitir las funcionalidades básicas del sitio web....
Las cookies necesarias son cruciales para las funciones básicas del sitio web y el sitio web no funcionará de la forma prevista sin ellas.Estas cookies no almacenan ningún dato de identificación personal.
Las cookies funcionales ayudan a realizar ciertas funcionalidades, como compartir el contenido del sitio web en plataformas de redes sociales, recopilar comentarios y otras características de terceros.
Las cookies analíticas se utilizan para comprender cómo interactúan los visitantes con el sitio web. Estas cookies ayudan a proporcionar información sobre métricas el número de visitantes, el porcentaje de rebote, la fuente de tráfico, etc.
Las cookies de rendimiento se utilizan para comprender y analizar los índices de rendimiento clave del sitio web, lo que ayuda a proporcionar una mejor experiencia de usuario para los visitantes.
Las cookies publicitarias se utilizan para entregar a los visitantes anuncios personalizados basados en las páginas que visitaron antes y analizar la efectividad de la campaña publicitaria.
A pesar de que ambos conceptos se relacionan con la muerte asistida, es fundamental comprender sus diferencias clave, ya que cada uno implica diferentes enfoques y consideraciones sobre el derecho a morir y la autonomía del paciente.
Así como en Colombia y otros países a nivel mundial, la eutanasia y el suicidio asistido han sido legalizados bajo estrictas regulaciones y requisitos. Estos marcos legales buscan garantizar que el proceso se lleve a cabo de manera ética y segura, respetando los derechos y deseos de los pacientes que optan por estas prácticas.
La legalización de estas suele implicar una serie de condiciones, tales como evaluaciones médicas y psicológicas exhaustivas, la confirmación de la solicitud por parte del paciente, y la implementación de procedimientos específicos para asegurar la transparencia y el respeto a la autonomía del individuo.
La eutanasia, por su parte, es el acto de provocar la muerte de manera deliberada a una persona que padece una enfermedad incurable o dolorosa, con el fin de evitarle sufrimientos prolongados e innecesarios. Este acto puede clasificarse en dos tipos:
Eutanasia activa: el médico suministra directamente la sustancia que provocará la muerte del paciente.
Eutanasia pasiva: consiste en la omisión o suspensión de tratamientos médicos que podrían prolongar la vida del paciente.
Según el proyecto de Ley estatutaria presentado en 2020 por el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, la eutanasia tiene como objetivo regular el derecho fundamental a morir con dignidad.
Es una práctica en la que un profesional de la salud, generalmente un médico, proporciona a una persona los medios necesarios para que pueda terminar con su propia vida de manera voluntaria.
Autonomía del paciente: El paciente es el que debe administrar el medicamento letal, siguiendo las instrucciones proporcionadas por el médico. La participación del profesional de la salud se limita a la provisión de los medios y a asegurar que el paciente cumpla con los criterios establecidos para la asistencia.
Rol del médico: Aunque el médico facilita el proceso y proporciona los medicamentos necesarios, no toma una acción directa para provocar la muerte. Su papel se centra en garantizar que el paciente esté adecuadamente informado y que la solicitud de asistencia sea voluntaria y bien fundamentada.
“A diferencia de la eutanasia, donde un profesional de la medicina es quien causa la muerte de la persona, por medio del suicidio médicamente asistido el profesional de la medicina presta una ayuda o asistencia para que la persona sea quien cause su muerte (…) Tanto la eutanasia como el suicidio médicamente asistido tienen el mismo fin, causar la muerte de una persona que cumple con los requisitos legales. La diferencia es el rol del médico y quién termina causando la muerte”, explica DescLAB.
El Laboratorio presentó nueve cargos en contra de la norma que ya estaba establecida. Argumentó que penalizar esta acción era consecuencia del desconocimiento y la vulneración al derecho fundamental que dicta el libre desarrollo de la personalidad y a vivir una vida libre de tortura, tratos crueles e inhumanos y degradantes.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.