Comprar fruta cortada a la mitad se ha convertido en una práctica frecuente en los consumidores para ahorrar un poco de dinero; sin embargo, este hábito, que parece inofensivo, podría poner en riesgo la salud.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una asociación sin ánimo de lucro que informa y atiende a los consumidores, la fruta cortada previamente y cubierta solamente con plástico puede convertirse en una fuente de contaminación causante de varias enfermedades.
La organización explicó que esto se debe a varios motivos, entre ellos que, “luego de que las frutas son cortadas, sus piezas por lo regular permanecen sin refrigeración y junto a otros alimentos o cajas”.
La OCU explica que el principal factor de riesgo de comprar fruta cortada es que durante el contacto de las frutas con el cuchillo o las manos que las manipulan se pueden infectar de agentes externos a los que no estarían expuestas al no ser cortadas.
Así mismo, es importante mencionar que las frutas cortadas tienen una vida útil menor y, al no estar en refrigeración, pueden proliferar microorganismos patógenos como Salmonella, Escherichia coli verotoxigénico o Listeria monocytogenes.
Lluís Riera, director técnico y tecnólogo de alimentos de la consultoría SAIA de Barcelona, explicó que “la fruta tiene una protección natural, que es la piel, y en el momento en que la abrimos y cortamos, contaminamos su pulpa. Ahí empieza la proliferación de microorganismos que pueden intoxicarnos”.
Ante estos riegos, la OCU le recomendó a los mercados y supermercados extremar las medidas de higiene durante la manipulación de las frutas, con el fin de evitar algún riesgo para la salud de los consumidores. Es considerable mencionar que, a diferencia de las carnes, pescados, legumbres y carbohidratos, las frutas no se cocinan antes de consumirlas. Este es el único procedimiento que permite eliminar los patógenos una vez han contaminado el alimento, pero con las frutas de consumo inmediato no se puede hacer, de tal manera que se recomienda lavarlos muy bien antes de su consumo.
Según la Organización Panamericana de la Salud, la intoxicación causada por alimentos ocurre cuando las toxinas producidas por bacterias o mohos están presentes en el alimento ingerido o elementos químicos en cantidades que afecten la salud: “Las toxinas generalmente no poseen olor o sabor y son capaces de causar la enfermedad incluso después de la eliminación de los microorganismos”.
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