Las lecturas sobre las elecciones de gobernador en Barinas tienen varias aristas. Michael Penfold, experto en políticas públicas y planificación estratégica, señaló que fue confirmado que el voto y la movilización, mediante la participación, es la mejor forma de lucha para rescatar la democracia.
Dijo que, en Barinas, pierden los opositores que nunca creyeron en las regionales y pierden los que dentro del chavismo arrebataron la elección (pues ahora pierden con más margen de votos). «Gana la ciudadanía y los que realmente desean una salida negociada y electoral», señaló.
Penfold, a través de su cuenta de Twitter, indicó que los resultados de las elecciones de Barinas, el 9 de enero, terminan de confirmar lo ocurrido en los comicios del 21 de noviembre.
En ese sentido, señaló que trata «del peor desempeño para el chavismo en mucho tiempo y triunfa el ala de la oposición más moderada que venia impulsando una estrategia electoral como mecanismo de lucha democrática».
Michael Penfold destacó que también quedó claro que si la oposición va unida, y amplía su coalición más allá de sus partidos tradicionales, es capaz de mejorar su convocatoria y sus resultados. «Con ello anula el esfuerzo de arrebatarle la elección, tal como ocurrió con la decisión judicial post 21N», refirió.
El analista recordó que, en las elecciones regionales del pasado noviembre, la ausencia de coordinación y amplitud terminó costando más de 10 gobernaciones.
«Sin embargo, en el 21N se obtuvo el mayor número de alcaldías en más de una década. Sin esa coordinación estratégica cualquier nuevo esfuerzo electoral será de alcance limitado», refirió.
Penfold explicó que el escenario político cambia tras los resultados de la segunda elección de gobernador en Barinas. Explicó que se fortalece el Consejo Nacional Electoral (CNE) surgido dentro de un proceso de negociación con la participación de diversos actores y que contó con el respaldo de la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Unión Europea (UE), y que «exige más cambios adicionales, sobre todo judiciales, para monitorear otro proceso sea presidencial o legislativo».
El investigador recordó que se aproxima una negociación para la designación del nuevo Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), esto tras los cambios en la Ley Orgánica del TSJ, aprobada por la Asamblea Nacional (AN) de Nicolás Maduro en primera discusión.
«La pregunta es si ese proceso se va a dar en México -como desea el G4- o si va darse en Caracas —como quiere el chavismo. Lo más probable lamentablemente es que México pierda fuerza», planteó Penfold.
Destacó que, en los próximos meses, habrá un reacomodo muy importante de actores y liderazgos. «Las tensiones al interior tanto del chavismo como de la oposición serán significativos. Con ello, el conflicto político venezolano entrará en otra etapa difícil de caracterizar», subrayó.
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