Unas 133.000 personas se alzaron la tarde-noche del pasado sábado en Francia en modo de protesta rechazando la nueva ley del Gobierno que prevé limitar la difusión de imágenes de las fuerzas del orden.
La denominada “marcha por las libertades” concentró en la capital a unos 46.000 manifestantes para oponerse a la proposición de ley aprobada esta semana en primera lectura por la Asamblea Nacional.
El grupo de franceses inició su marcha desde la céntrica Plaza de la República hacia la de Bastilla causando destrozos de material urbano por parte de encapuchados, mientras que la Policía intentaba contenerlos lanzando gases lacrimógenos y cañones de agua.
Por los disturbios ocasionados en todo el país, especialmente en la capital, hubo 46 civiles detenidos y 37 policías y gendarmes heridos, según el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
“37 policías y gendarmes heridos en resultados provisionales durante las manifestaciones. Una vez más, condeno la violencia inaceptable contra la policía”, escribió el funcionario en Twitter.
37 policiers et gendarmes blessés en bilan provisoire lors des manifestations. Je condamne, une nouvelle fois, les violences inacceptables contre les forces de l’ordre.
— Gérald DARMANIN (@GDarmanin) November 28, 2020
Fuentes de la Fiscalía citadas por la cadena BFM TV, detallaron que 27 de los 46 manifestantes arrestados en la capital quedaron bajo disposición judicial.
La manifestación estuvo apoyada por partidos de izquierdas e impulsada por sindicatos, asociaciones de prensa, organizaciones de defensa de los derechos humanos y hasta por los “chalecos amarillos”, que advirtieron de que Francia corre el riesgo de integrar la lista de países que violan la libertad de la prensa.
La ley y un ataque policial racista
La Asamblea Nacional de Francia aprobó esta semana una ley que busca limitar la difusión de imágenes o videos de la Policía.
Dicho reglamento, estipula en el artículo 24 que aquel ciudadano que fotografíe o grabé a un agente en sus funciones y lo difunda con “intención de ponerlos en peligro” será sancionado con hasta un año de prisión además de una multa de 45.000 euros.
Jean Castex, primer ministro de Francia, había propuesto que una comisión independiente examinara y reescribiera la medida, pero retrocedió la solicitud y la dejo en manos del Parlamento en vista que recibió fuertes críticas por parte de ambas cámaras.
Los ataques racistas por parte de la Policía también protagonismo en la gran manifestación de Francia.
Pues resultó ser que el sábado un productor musical negro identificado como Michel Zecler fue brutalmente golpeado por policías en un punto de control solo por no llevar mascarilla.
Una cámara de videovigilancia captó la paliza que recibió el ciudadano desencadenando la ola de protestas en todo el país.
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