Los líderes del G7 (los países más ricos) celebran la próxima semana en Cornualles (suroeste de Inglaterra) la primera cumbre presencial en dos años para abordar la recuperación post-pandemia, la crisis climática y la creación de empleo.
Entre el 11 y el 13 de junio, los líderes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón, junto con la Unión Europea (UE), se darán cita cerca de la localidad de Saint Ives en medio de estrictas medidas de seguridad.
Este será, además, el primer viaje internacional del presidente de EEUU, Joe Biden, a quien el día 13 le recibirá la reina Isabel II en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres.
Los mandatarios se reunirán días después de que sus ministros de Finanzas acordasen en Londres las nuevas reglas de juego en la fiscalidad global, destinadas a forzar a las grandes multinacionales, entre ellas los gigantes digitales, a tributar en los países donde generan beneficios y no solo en donde tienen su sede física.
El sábado se unirán al G7, ya en forma presencial o de manera virtual, los líderes de Australia, Sudáfrica, República de Corea y la India para abordar la crisis climática.
En la agenda destacará la recuperación global tras la crisis provocada por la pandemia de la covid-19, que forzó a muchos países a acumular deuda para evitar el colapso económico, mientras que se abordará el fortalecimiento de los sistemas sanitarios a fin de proteger a la población de futuras pandemias.
El primer ministro británico, Boris Johnson, como anfitrión de esta cita, pedirá a los líderes del G7 esfuerzos para ayudar a vacunar al mundo entero contra la covid-19 para finales de 2022.
Según fuentes gubernamentales, Johnson considera que la cumbre supone una “oportunidad crucial” para aprovechar la experiencia de las democracias más influyentes del mundo a la hora de superar la pandemia e impulsar la recuperación económica.
“La próxima semana, los líderes de las mayores democracias del mundo se reunirán en un momento histórico para nuestras economías y el planeta. El mundo nos mira para asumir el mayor desafío de la post-guerra: derrotar la covid y liderar la recuperación global a través de valores compartidos”, señaló Johnson en un comunicado.
“Pido a mis colegas líderes del G7 que nos unamos para poner fin a esta terrible pandemia y prometer que no permitiremos que la devastación provocada por el coronavirus vuelva a pasar”, dijo.
El Reino Unido ha facilitado más de 500 millones de libras (580 millones de euros) al fondo COVAX, que distribuye vacunas contra la covid-19 a los países subdesarrollados.
Según fuentes oficiales, el primer ministro pedirá a sus colegas del G7 trabajar para sentar las bases de una economía justa, crear empleo y dar oportunidades a todas las poblaciones, a fin de que éstas disfruten de los beneficios del comercio global.
Se espera que la cumbre haga hincapié en apoyar el acceso de todas las niñas a la educación, para que las menores reciban 12 años de educación de calidad, por considerar que es la mejor manera de sacar a muchas comunidades de la pobreza.
En materia de cambio climático, la presidencia británica pedirá a los líderes mayores compromisos para reducir las emisiones de carbono y ayudar a facilitar financiación a los países en desarrollo para atajar la crisis medioambiental global.
Esta cita estará rodeada de fuertes medidas de seguridad, con un coste estimado de 70 millones de libras (81 millones de euros), según cálculos de algunos expertos.
Se espera que 6 mil 500 agentes, muchos procedentes de fuerzas policiales de todo el país, controlen la seguridad del evento, que estará rodeado por una valla de acero de tres metros de altura.
También se esperan protestas, aunque las autoridades han advertido de que solo estarán autorizadas en algunos lugares, entre ellos en Exeter, debido a las restricciones por el covid.
Además de los países miembros, Londres invitó a la reunión a Australia, India y Corea del Sur.
El año pasado se planeó una cumbre en Estados Unidos pero el presidente Donald Trump tuvo que cancelarla debido a la pandemia.
El Reino Unido se enfrenta actualmente a una ola imparable de infecciones atribuidas a una nueva variante más contagiosa del coronavirus y está actualmente la población confinada por tercera vez, pero espera un escenario distinto en junio gracias a su masiva campaña de vacunación.
«El primer ministro (Boris Johnson) aprovechará esta cumbre del G7, la primera que se celebra cara a cara en casi dos años, para pedir a los líderes que aprovechen la oportunidad de reconstruir mejor (el mundo) después del coronavirus, uniéndose para hacer el futuro más justo, más verde y más próspero», afirmó el comunicado.
Este 2021 es además un año crucial en el escenario internacional para el Reino Unido, que quiere establecerse como una potencia global tras su salida de la Unión Europea.
Además de la cumbre del G7, Londres asumirá la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU a partir de febrero y será sede de la 26ª conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático en Glasgow en noviembre.
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