En España se puso fin este domingo 9 de mayo al estado de alarma después de más de seis meses y las restricciones se relajaron en Alemania para las personas vacunadas contra la covid-19. Una situación que contrasta con la de la India, que notificó 4.000 fallecimientos en un sólo día.
España celebró en la calle la medida, que supuso también la caída en muchas regiones del toque de queda imperante durante meses, en un país conocido por su agitada vida nocturna y sus horarios tardíos.
Gritos, aplausos, música e incluso algún petardo estallaron en el barrio marítimo de Barcelona cuando los relojes marcaron la medianoche y cientos de jóvenes salieron dirección a la playa, donde se improvisó una fiesta con pocas precauciones frente a la covid.
Salvo en Navidad, donde las restricciones se suavizaron durante algunos días para permitir las reuniones familiares, los españoles no habían podido abandonar sus regiones desde el inicio del estado de alarma a finales de octubre.
Con casi 79.000 fallecidos y 3,5 millones de contagios, España fue uno de los países más golpeados por el virus en Europa, un continente que sigue avanzando en el desconfinamiento.
En Bélgica, después de casi siete meses, volvieron a abrir las terrazas de cafés y bares, aunque la policía tuvo que intervenir en Bruselas de madrugada para dispersar a centenares de personas que lo celebraban en la calle.
Y en Alemania, más de siete millones de personas vacunadas empezaron a beneficiarse el domingo de la relajación de las restricciones y ahora ya pueden ir a la peluquería sin un test negativo o reunirse en privado, entre otras cosas.
El coronavirus dejó al menos 3.272.332 muertos en el mundo desde finales de 2019 y contaminó a más de 156.790.180, según un balance de la AFP el sábado.
La situación europea contrasta con la de India, donde más de 4.000 personas murieron en un día.
La virulencia de la pandemia ha doblegado al frágil sistema sanitario de este país de 1.300 millones de habitantes que contabilizó el sábado 4.197 muertes, según datos oficiales.
Personas contagiadas de coronavirus continúan muriendo a las puertas de los hospitales colapsados, pese a la ayuda internacional. Y lo peor está por llegar, según los especialistas, que esperan un pico a finales de mayo.
El gigante asiático acumula ya 238.270 muertes y 21,9 millones de casos, cifras que suben de forma acelerada y esta semana elevaron los contagios en Asia, mientras en prácticamente en el resto del mundo las infecciones y las muertes parecen más controladas.
“Exceso de muertes” entre personas de 50 a 59 años llega al 61% en abril, una de las cifras más altas de la pandemia
En Nueva Zelanda, las autoridades sanitarias anunciaron el domingo la reanudación de vuelos sin cuarentena desde Sídney porque consideran que la situación epidémica se halla bajo control en Nueva Gales del Sur.
En América Latina, con más de 948.000 muertos desde que empezó la pandemia, el número de contagios parece declinar.
México disminuirá la próxima semana las medidas de distanciamiento en la capital, ante el continuado descenso de contagios.
Pero la situación sigue creando malestar social. En Guatemala, decenas de personas exigieron el sábado en la capital la renuncia del presidente Alejandro Giammattei por la falta de vacunas contra el Covid-19.
“El gobierno ha sido muy poco transparente con el uso del dinero. Hay una incompetencia total sobre la administración pública”, dijo Jorge Búcaro, líder de la asociación de estudiantes de la Universidad de San Carlos (USAC).
Y en Honduras siete alcaldes opositores imploraron al presidente del vecino El Salvador, Nayib Bukele, que les proporcione vacunas porque su “población se está muriendo”.
Con cerca de diez millones de habitantes, Honduras apenas ha recibido 248.600 dosis de vacunas, mientras que El Salvador, con 6,5 millones de habitantes, es el país de la región con mayor ritmo de vacunación.
Mientras tanto arrecia el debate en el mundo sobre la liberalización de las patentes de las vacunas, con un nuevo defensor, el papa Francisco.
La Unión Europea devolvió la pelota a Estados Unidos sobre la suspensión de las patentes de vacunas, al pedir “propuestas concretas” a Washington.
Los europeos consideran que la producción y la exportación de vacunas en las fábricas existentes es el mejor medio para responder rápidamente a la demanda mundial.
La posible suspensión de las patentes de los inmunizantes fue propuesta por India y Sudáfrica, y recibió el sorprendente apoyo de Estados Unidos esta semana.
Al respecto, el Papa Francisco insistió en la necesidad de “un espíritu de justicia que movilice para asegurar el acceso universal a la vacuna y la suspensión temporaria de derechos de propiedad intelectual”.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.