Dos mujeres que mantienen una relación sentimental fueron despedidas de su empleo ubicado en la ciudad neoyorquina de Queens por no querer vacunarse contra el Covid-19.
La pareja que responden al nombre de Jisserlin Reyes y Sandra Balbin se había negado a aplicarse la inyección por temor los efectos que podría causarle el inmunológico en su embarazo.
Y es que de acuerdo a los portales estadounidenses, ambas intentaban quedar embarazadas mediante inseminación artificial y la compañía donde laboraban les ordenó vacunarse.
Las damas habían buscado la opinión médica de su ginecólogo, quien mediante una carta que les envió en abril les indicó: “No se ha establecido la seguridad de la vacuna COVID-19 actualmente disponible para embarazadas”.
Sin embargo, la empresa decidió despedirlas, por lo que las mujeres presentaron una demanda alegando despido injustificado y discriminación por motivos de discapacidad o sexo.
Balbin había trabajado durante casi toda la pandemia, mientras que Reyes había comenzado sólo hace unos meses.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) establecen que es “poco probable que la vacuna COVID represente un riesgo” para las mujeres embarazadas, pero los funcionarios señalan que hay “datos limitados” y todavía se están estudiando los efectos.