China puso este sábado en alerta roja a una parte del norte del país, incluida la región de Pekín, a causa de las lluvias torrenciales que se esperan por el avance del tifón Doksuri, que actualmente azota el otro extremo del país.
Doksuri, que arrasa el sureste de China desde el viernes, se está moviendo hacia el norte, donde ya se siente su «influencia», según el servicio meteorológico chino.
La alerta roja, en vigor desde las 20H00 locales (12H00 GMT), incluye una vasta zona donde viven cientos de millones de personas, incluyendo ciudades como Pekín y Tianjín, las provincias limítrofes de Hebei (norte) y Shandong (este), así como una parte de Henan (centro) y Shanxi (norte).
Un amplia área que abarca la capital se enfrenta a un riesgo medio a alto de desastres causados por tormentas en los próximos tres días, indicó el meteorólogo nacional de China.
A medida que la tormenta avanza tierra adentro, se pronosticaron lluvias acumuladas de 100 mm o más en 220 mil kilómetros cuadrados, lo que podría afectar a 130 millones de personas.
“La intensidad de Doksuri continúa debilitándose, pero el impacto está lejos de terminar”, dijo la Administración Meteorológica de China, advirtiendo al público que esté atento y evite las áreas de alto riesgo en las regiones de Beijing-Tianjin-Hebei donde la lluvia localizada podría alcanzar los 600 mm.
Doksuri tocó tierra en la provincia oriental china de Fujian en la mañana del viernes, trayendo consigo vientos intensos y lluvias torrenciales. Ese mismo día por la noche se movió hacia la provincia de Jiangxi, donde se debilitó gradualmente hasta convertirse en tormenta tropical.
La población de la provincia de Fujian, fue afectada por el paso del tifón Doksuri, considerado el más peligroso durante el presente año, al ocasionar fuertes precipitaciones y ráfagas de viento, luego de haber azotado a Taiwán y Filipinas, donde dejó alrededor de 40 fallecidos y la afectación del servicio eléctrico en más de 500 mil hogares.