Moisés Morón y Cosme Arzolay, fueron dos de los analistas universitarios que se permitieron opinar acerca de lo que definen es un proceso hermoso, único y que ha servido para la visualización de nuevos cuadros y la visibilización de algunos liderazgos emergentes, que garantizan la continuidad en la batalla y la oxigenación del proceso revolucionario y la concreción de cosas nuevas.
“Hay momento en los que nosotros agotamos la posibilidad de avanzar y siempre se hace necesarios que aparezcan nuevos cuadros políticos” dijo Moisés Morón enfatizando que en esta oportunidad hay que evaluar todos los aspectos que se han presentado, incluso la aparición de aquellos que se mantuvieron alejados y retornaron a decisión de las bases.
“Varios nombres volvieron a la palestra y esto es otro elemento a evaluar” enfatizó destacando además que hay que mantener la unidad interna en el partido.
Con esta realidad estamos encontrando un retorno político afectivo, que se demuestra con la reincorporación de compañeros y compañeras que participaron en el proceso y salieron airosos hacia la unidad interna, destacó Morón al advertir que ninguno de los elegidos está autorizado «en lo absoluto» para destruir o afectar los sueños de los abuelos y los jóvenes que decidieron participar en este proceso y que son parte de la revolución, y mucho menos de los escenarios que se han conquistado.
Morón sostiene así mismo que “la gran ganancia es el nivel de reflexión en todos los espacios dentro del PSUV. Hace el llamado a evaluar el proceso en su justa dimensión, lo que realmente ocurrió. Pese a todos los roces que pudieron haber ocurrido e incluso las escaramuzas. Debemos permitirnos evaluar e internalizar cada detalle de esta pequeña contienda donde no hay enemigos sino adversarios”.
Por su parte Cosme Arzolay, ex director de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, UPEL, evaluando el proceso en su máxima expresión no dudó en destacar que haciendo una retrospectiva de la actividad y la post actividad, no hay que negar que se desataron pasiones en las redes sociales y que por el momento hay que mantener la calma.
“Es necesario ceder ante las pasiones, porque no podemos perder la unidad que ha caracterizado al partido de Gobierno” dijo el analista al destacar que ante lo observado debe evaluarse el por qué ocurrieron tales escenarios.
En este sentido, llama a reflexionar acerca de lo que deja este proceso de postulación y se enfoca en no caer en similitudes con la Cuarta República.
Arzolay insiste que se trata de un proceso de refrescamiento oportuno que presenta nuevos liderazgos y da oportunidad a un pueblo que participe y se haga visible. “Lo que hay que evaluar es por qué en medio de una crisis económica como la actual y contexto global interesante, se haya dado este proceso de participación. Quiere decir que la gente sigue creyendo, solo que existe un proceso de desidentificación, nadie se identifica con otro. No se trata de ir en contra de las estructuras sino de saber qué paso”.
De esta manera, Arzolay asegura que “si bien el proceso ha permitido desatar la emergencia, también ha facilitado la posibilidad de visibilizar a las personas y nuevos liderazgos, hacernos ver que hay gente que está emergiendo, que hay líderes, que no se puede aspirar sin tener una gestión de gobierno, que se pueden romper líneas y que por encima de cualquier cosa se acabó con el intubamiento que se hacía en la Cuarta República, de la cual, sabemos, es un error copiar”.
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