Consumir proteínas es importantísimo porque forma parte de la bioquímica que constituye el ser humano. Estas proteínas puede venir de diferentes fuentes: carnes (rojas, la de res, por ejemplo; y las blancas, como pollo y pescado), semillas (de nueces, guisantes, granos) y productos lácteos; todos ellos contribuyen a mantener en perfectas condiciones la piel, los huesos y los músculos.
Además, las proteínas que contienen las sardinas, el salmón y las ostras, por mencionar las carnes provenientes del Mar, son fuente de ácidos grasos omega-3; indispensables para proteger la adecuada función cerebral. O, lo que es lo mismo, para al menos, contrarrestar el Alzheimer.
En función a su importancia, el equipo periodístico de El Periódico de Monagas, salió a las calles de Maturín para determinar la apreciación de los consumidores.
Olga Sánchez, ama de casa, abuela, adulto mayor, habitante de Los Guaritos, quien iba con su nieto de 8 años en un carrito por puesto, dio su opinión, sin otorgar el permiso de fotografía, quien indicó: Mi hijo –el papá del niño- está afuera del país, trabajando y nos manda dinero, y es por mí y por este muchachito que podemos comprar carne, pollo, a veces, y cochino para agregárselo a los granos… carne -refiriéndose a la de res-, pues una vez a la semana… pollo, como tres veces al mes, pero poquito, pollo, pesado… pescado, solo frito… el resto de la familia come huevos, salchicha, granos… mucha salchicha, y lo que trae la caja clap, que si harina de maíz, pero más arroz”.
Maigualida Stergordon, emprendedora, igualmente, con temor a la cámara, permitió saber su apreciación: «qué te puedo decir, no me gusta pollo… pero, qué va, con el sueldo que ganamos, no se puede comprar como antes carne, pollo, pescado… en la casa comemos sobre todo pescado, más pescado, eso sí».
Camilo Figueroa, carnicero, habita entre La Cruz y Punta de Mata, trabaja por cuenta propia, no accedió a fotografiarse. Sostuvo que, cuando lo contratan: «Nada, yo establezco acuerdos con el patrono, con quien me contrate, que me quede mi pedazo de carne, de buena carne, y la lengua, riñón, cerebro… y los pellejos… nosotros comemos pellejo frito, cuerito, pues… se vuelve chicharrón y esa grasa, ese aceite que bota sirve para hacer las arepas fritas… en la casa se come carne es por mi… del resto, la mujer de vez en cuando compra pollo o pescado, mejor dicho, sardinitas, porque criamos gallinas, y sí consumidos salchichas y huevos, mucho, bastante”.
La carne roja sigue siendo la de mayor costo, posiblemente por todo los procesos a las cuales debe de pasar para llegar a la carnicería de los sectores, “ya que “en el campo”, vía carretera nacional hacia el sur de Anzoátegui, por ejemplo, la consigues a “orilla de carretera” en Bs. 20, en efectivo”, afirmó el mismo Figueroa en su discurso.
Ezequiel Guatarama, electricista, padre de un niño, “oye, compro carne de primera, pero más que todo compro lo económico… en la familia al mes consumimos muy poco cochino, lo que es pollo pescado sí, y algo de carne. El salario no alcanza para la satisfacción completa de la familia, mi esposa trabaja y nos ayudamos… en base a la comida, lo poco que se puede comprar lo que se necesita como tal, porque no da abasto… yo me encargo de la parte de la comida mientras mi esposa colabora con otras cosas… la leche del niño no se la doy con mucha frecuencia por lo mismo… y las verduras en la casa, bueno, se compra más que todo los fines de semana, para la sopa…”.
Esmilda Buroz, ama de casa, del sector El Nazareno, quien prefirió no salir en fotos: “Nosotros comemos salchicha y huevo casi todos los días… a veces, que de vez en cuando hacemos una sopita de pollo, gallina, o pescado, para no perder la costumbre… la carne, el pollo, eso está muy caro”.
Johan Sevilla, asistente de farmacia: «Puedo consumir pollo, carne, quizás un kilo por semana… pescado, cochino, muy esporádicamente”.
Lo que se aprecia en la calle es, ciertamente, que el poder adquisitivo ha mejorado levemente, en comparación con años anteriores. Sin embargo, es preciso indicar que, aunque exista el consumo variado de carnes (de res, pescado, cerdo, pollo), transeúntes humildes afirman recurrir más al consumo de salchichas y huevos, distribuyendo sus unidades en lo que va de semana, para comer ellos mismos, y colocarles y darles de comer su familia, esa porción de proteína que siempre es necesaria en los platos de los consumidores.
Fotos y diseño: @unapalabraescrita
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