Al acercarse estas fechas de cada mes, muchos de nuestros adultos mayores lo piensan dos y hasta tres veces para ir a sus respectivas entidades bancarias a cobrar la pensión.
Según lo expresado por ellos mismos, trasladarse desde sus casas hasta el banco por solo siete bolívares «es como la canción de Juan Gabriel: no vale pena».
El equipo reporteril de El Periódico de Monagas, salió a la calle a consultarle a los abuelos en relación a una pregunta que desde hace cierto tiempo se hacen muchos residentes del estado Monagas y de Venezuela ¿para qué alcanza una pensión?
Carlos Manaure, quien cobra desde hace cinco años su mensualidad, manifestó que, de los siete ‘fuertes’ convertidos recientemente por el gobierno nacional; dos, los deja en pasaje desde y hacia Las Cocuizas y los otro cinco los gasta en chocolates de tres por mil.
«Nada, con eso no se hace nada, más bien me da pereza venir al banco a sacar esas siete lochas», manifestó Delia González, una abuela de 77 años.
Por su parte, María Graciela Carmona, una doñita cuyo rostro está invadido por las arrugas de los años, aseguró, «solamente puedo comprar una bolsa de seis panes canillas que cuesta 4 bolívares, los otros dos, los gasto en el pasaje hacia Las Cayenas».
La señora, Karina Azócar, quien tiene 81 años y camina aguantada de un bastón y con ayuda de su hija, expresó «a veces me pregunto ¿para qué nos matamos trabajando tantos años? Si cuando deberíamos estar disfrutando de una vida cómoda, tranquila y gozando de un beneficio sucede todo lo contrario».
La fémina aprovechó la ocasión para recordar los años cuando al salir del banco, iba a una tienda y compraba colonia, así como detalles para sus nietos e hijos, los medicamentos y aún le quedaba dinero.
Ante esta realidad, los abuelos de Monagas siguen cantando las canciones del divo de Juárez: «no tengo dinero ni nada que dar, lo único que tengo es amor para dar».
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