A la culminación del evento de Filven, el historiador Miguel Mendoza, homenajeado en esta actividad analiza aspectos fundamentales relacionados con la actividad cultural del estado Monagas, indicando que «la disminución de recursos económicos ha influido en la propuesta cultural del estado, de cada una de las actividades que se desarrollan en este ámbito y que tiene que ver con sus museos, con la pintura, con la música».
Destaca Mendoza el hecho de que la sola recuperación de las plazas evidencia un interés de la alcaldesa Ana Fuentes por recobrar esa identidad del monaguense, y en este caso del maturinés en gestionar en estos espacios, que tienen una gran importancia desde el punto de vista histórico de la ciudad, la identidad para con ella ir hacia la ciudad comprometida e inteligente que todos queremos, la Plaza Ayacucho tiene la estatua de mármol blanco más costosa de todo el estado, la Plaza Piar, hoy recuperada arroja las vivencias de familias enteras que se han asentado en la calle Pichincha, en Viento Colao, en sectores que son un patrimonio de nuestros orígenes, ese hecho de marcar a la Sultana del Guarapiche, con estas recuperaciones es el primer paso para el logro de una dinámica cultural que nos afianzará en forma definitiva como una ciudad moderna, por supuesto que falta la incorporación del elemento humano en estos espacios y eso requiere de un gran pulso económico satisfactorio».
No podíamos dimensionar esta entrevista con Mendoza sin hacerle la pregunta a propósito de la ejecución de la Feria del Libro, con los hábitos de lectura del venezolano, a lo que contestó que los últimos señalamientos dan esperanzas a lo que representa y significa la lectura en el venezolano, reconoce que es un fenómeno a nivel global que la gente se orienta hoy en día por razones de carácter económico hacia las manifestaciones digitales, pero no ha podido ni en Venezuela ni ningún país del mundo ni siquiera los más desarrollados dejar a un lado la importancia del libro impreso por encima del digital.
Señala como un punto positivo que a pesar de las limitaciones que tienen las editoriales en estos momentos, la gente se va hacia la compra de libros y destaca un hecho que está empezando a agarrar auge en Maturín y que tiene mucho valor en Caracas, como lo es la existencia de libreros que venden ejemplares usados, «estamos en Maturín comenzando a verlos y esto es importante».
-¿Es cierto que las tendencias del libro se orientan en los adultos hacia todos aquellos libros dedicados al refuerzo personal y la autoayuda y en los jóvenes hacia la historieta y el romance?
-En realidad no comparto mucho esa apreciación, el libro es una expresión literaria y estos libros de autoayuda son en definitiva subliteratura, la gente aunque no se crea manifiesta atención hacia el libro, lo consulta y por eso es que en Venezuela a pesar de todo sigue siendo el libro un gran negocio, si no no existieran importantes editoriales que si bien se orientan hacia el impulso de libros quizás no en la misma proporción que años atrás siguen editándose libros en el país. Destaca Mendoza que lamentablemente en Monagas en estos momentos no se está financiando libros, recordó que durante su gestión en el Icum llegaron a formar parte de la estructura editora cultural más de 60 obras, otra cosa a la que quiso dar mención fue al hecho de que existen muchas donaciones en el marco de los libros.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.