Entre los años 2017 y 2019 se inició el éxodo masivo de venezolanos particularmente hacia la región andina, que ya va por siete millones, y a Brasil en menor medida. La inmensa mayoría de migrantes venezolanos han tenido que incorporarse a la economía informal, con todo lo que ello supone en materia de desprotección laboral y social, encasillamiento y estigmatización de la población migrante, y que ha derivado en algunos países en un brote de manifestaciones xenofóbicas por parte de sectores de la sociedad y de las mismas autoridades gubernamentales, en contra de esta población.
Los casos más emblemáticos son Colombia, Ecuador y Perú. Otros países, si bien habían acogido migrantes, no habían recibido una cantidad importante en tan corto tiempo. Estos pueden ser los casos de países como Panamá o Chile. Se han producido serios problemas de convivencia, que se agravan conforme el proceso no sea gestionado adecuadamente, considerando las limitaciones estructurales de servicios y oportunidades de empleo en los países de destino. Asimismo, podría pensarse que para sociedades donde no han experimentado procesos de recepción de migrantes, este nuevo “sujeto”, este “otro” o “desconocido” que se incorpora a sus espacios, a sus vecindarios, puede resultar en algunos casos atemorizante y experimentarse situaciones de miedo, rechazo e, incluso, discriminación o xenofobia.
El término xenofobia hace referencia al odio, recelo, hostilidad y rechazo hacia lo extranjero; es una ideología que consiste en el rechazo de las identidades culturales diferentes a la propia.
En esta sección de «Historia de Inmigrantes», que todos los miércoles presentamos a los oyentes de Tu Preferida 104.5FM, un músico, un violinista egresado del Sistema de Orquestas venezolano, es ejemplo en todo el mundo y quien se encuentra en la ciudad de Lima, Perú, hace referencia a este aspecto:
En Lima, Perú, si existe xenofobia, en todas partes del mundo, es un tema complicado, hay gente abierta que acepta otras culturas, nuevas personas, y entiende que hay que tener el mismo respeto hacia todos, independientemente de su nacionalidad, pero hay otros hay grupos de personas que no están en la onda de darse el espacio para conocer otras culturas, que tienen temor a la invasión de los que ellos piensan es suyo nada más, es triste por el tema que no te das la oportunidad de aprender otras experiencias a compartir cosas nuevas, te limitas al no experimentar con nuevas culturas.
Jesús Delgado, violinista maturinés dice que «la vida de un músico es igual si te rodeas de músicos, Dios me ha premiado con la oportunidad de seguir haciendo música desde que llegue aquí en el año 2019, he tenido colegas que no han tenido la misma suerte, han tenido que colgar sus instrumentos, no es fácil, hay un gremio que le esta sacando la cara a la cultura por lo menos en el tema de la música.
-¿Por qué te fuiste de Venezuela?
-Salí por una situación poco lamentable en el ámbito profesional artístico, las posibilidades de seguir haciendo música en Venezuela se limitaban, tenía fe que las cosas podían mejorar, y pensé. llegó el momento de cambiar de rumbo, de cerrar el ciclo, de conocer gente nueva.
Yeleiza Cayama: Lo que más pega es el tema laboral
Periodista, con post grado en la Universidad Simón Bolívar y en la Católica, dice que la emigración también tiene sus aspectos positivos, es bueno conocer otras culturas, explorar nuevas iniciativas y ella escogió la ciudad de Santiago de Chile y este país porque le pareció que era el que tenía para aquella época, 2019, fecha en la que ella emigro mejores oportunidades, por supuesto que cuando se le pregunta las razones por las que se fue habla de la situación política:
-Lo más difícil es el tema laboral yo le he hablado con varios colegas venezolanos que están en otros países y pega muchísimo, no hay reconocimiento sobre los grados académicos, me ha pegado no tener cerca a mi familia, a una amiga, si bien todos los últimos sistemas tecnológicos ayudan no es lo mismo, la otra cosa es adaptarse a la alimentación, uno busca comer lo que uno comía en su país y es casi imposible, aún cuando ha habido la internacionalización de los platos venezolanos, no se consigue, por ejemplo ese ají dulce que le da ese sabor característico, la comida es una de las cosas que uno más recuerda de su país.
-¿Que es lo más difícil de estar en Chile?
-El problema del clima, en Santiago hay dos estaciones marcada, el invierno es terrible, la falta de sol es un elemento que nos toca afrontar, el asunto de conseguir empleo sobre todo cuando uno está llegando, los títulos no te lo reconocen, el tema de la legalidad es lento, la documentación lleva tiempo y mejorar tus condiciones de vida se torna muy complicado al principio.
Para el violinista Jesús Delgado lo que más añora de su país, «son muchísimas cosas, añoro a mi madre, a mis sobrinos, añoro la calidad humana del venezolano, la simpatía, la buena vibra que somos que poco a poco se ha ido perdiendo, añoro a un país que definitivamente ya no existe, pero que tengo la certeza de que renacerá y mucho mejor de lo que era antes, añoro la cocina porque aun cuando tengo la oportunidad de cocinar aquí, comida venezolana nunca es igual que estar con mi gente, en el lugar de donde soy, sé que tendré la oportunidad de volver.
Yeleiza Cayama tiene planes de volver a Caracas, porque «tengo diligencias que hacer, como sacar el pasaporte, porque nos tienen secuestrada nuestra identidad, de regresar a Caracas, no en este momento, si me gustaría morir en mi patria.
Los casos de xenofobia
En los últimos tiempos se ha venido registrando un abanico bastante variado de actos de xenofobia y discriminación en contra de los migrantes de nacionalidad venezolana, impactando negativamente en sus derechos humanos.
Recordemos lo ocurrido en el municipio brasileño de Pacaraima, en el estado de Roraima, en 2018, cuando un grupo de manifestantes obligó a unas mil 200 personas venezolanas a cruzar la frontera de regreso a Venezuela, además de quemar sus pertenencias y destruir el campamento donde se alojaban, debido a supuestos hechos delictivos cometidos por venezolanos. Aquí ya no estamos ante opiniones inofensivas, sino ante verdaderas amenazas a la vida y la integridad personal de migrantes Los servicios de salud les han sido negados a migrantes de origen venezolano, incluso en tiempos de pandemia, o que al menos no han recibido el mismo trato que los nacionales del país de destino, lo que constituye actos de discriminación y xenofobia. Hemos también registrado un fenómeno más grave y son los feminicidios de venezolanas en una buena parte de los países de América Latina, lo cual podría dar lugar también a la categoría de feminicidios xenofóbicos.