Tras ser desalojados de las calles del casco central de Maturín, los vendedores de comida rápida que se vieron afectados por la medida, se acercaron a la sede del ayuntamiento de la capital monaguense para realizar la entrega de un petitorio en el cual exigen se les permita laborar.
Dalexis Josefina Guzmán, aseguró que más de 150 trabajadores se encuentran “a la deriva” porque desconocen el lugar al cual serán reubicados, “lo que estamos solicitando es que se nos permita laborar y se nos garantice el derecho al trabajo, porque aquí todos somos padres y madres de familia con necesidades”.
De igual forma, Gregoria Castaño, quien es una de las vendedoras con más de 15 años ofreciendo tequeños, empanas y jugos, destacó que el pasado cuatro de enero sostuvieron una reunión con el Director del Servicio Autónomo de Abastecimiento y Mercados (Serviamer), Alexander Núñez, en las instalaciones del Terminal Interurbano de Maturín, quien les notificó el plan de reubicación que se estaba manejando desde la alcaldía.
“Una cosa es que nos hayan informado y otra muy distinta es que nos desalojen de la noche a la mañana e incluso con amedrentamientos, y no se tenga aun el espacio que nos será asignado. Están usando lo del accidente de la bombona como excusa”, manifestó.
Los vendedores ambulantes aseguran que no es la primera vez que entregan una solicitud a la alcaldesa, Ana Fuentes, “hemos entregado varias cartas y a ninguna nos han dado respuestas”.
El día miércoles, los vendedores informales de comida rápida fueron desalojados de la calle Chimborazo, avenida Miranda, Juncal y Bolívar; así como del Boulevard Arriojas; a consecuencia del incendio de un carrito de tequeños y empanadas que causó alarma entre los comerciantes de la calle Monagas.
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