Nuevamente, las personas en situación de calle y de indigencia que merodean las distintas calles, avenidas y sedes solas en la ciudad de Maturín sintieron la mano de Dios en sus vidas, a través del trabajo que lleva a cabo el voluntariado de Cáritas.
En esta oportunidad estuvieron acompañados por el Presbítero Manuel Gerónimo Sifontes, quien destacó la labor que viene realizando el grupo de voluntarios en las comunidades más vulnerables de la parroquia Las Cocuizas, así como en el resto de las parroquias que integran la Diócesis de Maturín que funciona bajo la dirección espiritual del Obispo Enrique Pérez Lavado.
Acotó que este viernes 16 de diciembre fueron atendidos con almuerzo, alrededor de 150 personas ubicadas en canchas y distintas calles de la capital monaguense. «Esto es parte de la acción social de la Iglesia católica, que se realiza a través de Cáritas, encargada de llevar la mano de Dios a los más necesitados, los amados de Dios, esos que están olvidados de familiares, los que tienen menos oportunidades de sobrevivir».
Añadió que solo en las instalaciones del antiguo mercado de buhoneros I, que se encuentra ubicado detrás del Terminal de Pasajeros de Maturín, hallaron alrededor de 60 personas, entre niños y adultos que tienen el lugar como su principal casa de habitación.
De igual forma, resaltó que la Iglesia Católica siempre está de la mano de los pobres, los que sufren, tal como lo plasmó el propio Jesucristo a sus apóstoles. «Es un mandato del propio Jesús que amó tanto al mundo que se entregó por la salvación de todos».
Destacó que Cáritas lleva a cada rincón ayudas alimenticias, de medicinas que llegan gracias a donativos de personas voluntarias, así como también se realizan jornadas médicas, ollas comunitarias, entre otras ayudas necesarias.
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