Pasan los días y la situación en el centro de la ciudad de Maturín es crítica. La cantidad de humo expulsado por las unidades de transporte masivo que circulan y cubren las diferentes rutas ha inundado el centro de la llamada “ciudad distinta” debido a que es allí donde todos convergen.
Actualmente es notorio caminar por calles de la ciudad y notar como los colectivos y carritos por puesto expulsan grandes cantidades de humo sin importar el lugar o la presencia de personas en las inmediaciones de lo que deben ser las paradas.
Según se pudo conocer, al consultar a varios choferes de diferentes rutas, la cantidad de humo generado por los buses se debe a la mala calidad del aceite automotor y del combustible que se está dispensando en las estaciones de servicio.
Otros destacaron que se debe a los altos costos, que impiden realizar el mantenimiento correctivo a los motores de las unidades por lo que, según los transportistas, el ingreso por concepto de pasaje es poco en relación a los gastos operativos de los buses, ya que muchos son de vieja data.
«Un servicio es costoso y se hace lo posible para mantener operativa la unidad, remendamos por aquí y por allá y asi es que podemos salir a trabajar con el bus», aseguró Manuel Ramírez, quien cubre la ruta con destino a La Floresta.
Comerciantes tanto de ropa como de alimentos del centro de Maturín (tramo comprendido desde plaza Piar hasta la redoma de Juana Ramírez) son los más perjudicados, al igual que los residentes de esta zona.
Destacan que las ropas de las tiendas se llenan de un polvillo negro por lo que de manera constante deben estar cambiando las exhibiciones con la finalidad de preservar las prendas. Quienes se dedican a la venta de comida, manifiestan que la limpieza es rutinaria para mantener la pulcritud del local.
«En el piso se hace una capa de polvillo negro que no es otra cosa que dióxido de carbono y eso es perjudicial para la salud, las muchachas deben vivir con el coleto en la mano y limpicar opracticamente cada media hora», puntualizó Mariolis Fernández, encargada de una panadería.
Años atrás se pretendía implementar una modalidad sancionatoria contra aquellos dueños de buses o carritos por puesto que generaran gran cantidad de gases tóxicos al medio ambiente mientras se encontraran prestando servicio, sin embargo, la medida quedó en el olvido.
Los residentes de la Sultana del Guarapiche, solicitan la implementación de rutas alternas que ayuden a descongestionar la avenida Bolívar, específicamente desde la sede de la gobernación hasta la redoma Juana Ramírez. Manifestaron que, es ilógico que todas las rutas y líneas de transporte que hacen vida en la ciudad confluyan en un solo punto, conllevando consigo al caos vehicular y a la acumulación de humo en la zona.
«Deberia existir una sanción o una medida que prohiba la circulación de esas unidades, porque al final los perjudicados somos todos, quizás no lo veamos al momento pero a la larga si», destacó Anais Guzmán.
Se pudo conocer de los mismos choferes que si el humo expulsado por las unidades automotor es de color blanco corresponde al consumo excesivo de gasolina, si es negro, la unidad está pasando aceite y el motor se encuentra dañado, si es gris, corresponde a que las válvulas no están ejerciendo sus funciones adecuadamente.
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