Unas 10 casas están a punto de ceder en el sector Palo Negro de Maturín por los constantes deslizamientos de tierra que han originado las últimas lluvias en la capital monaguense.
Al menos unas 15 familias que residen en la prolongación Miranda y calle 12 del ya mencionado, se encuentran angustiados por lo que pudiera terminar siendo una desgracia si no se toman los correctivos necesarios.
Según narraron los afectados, los deslizamientos son de forma constante. Las condiciones del terreno en forma de barranco, es un factor que tienen en contra, en los últimos días han sido más recurrentes los deslizamientos debido a que la tierra se encuentra húmeda.
“El día de hoy se cayeron todas las matas de coco que estaban allí, y que de alguna forma servían como soporte del terreno; muchas de nuestras casas están prácticamente en el aire y eso es vivir en una constante zozobra porque en cualquier momento se caen y perdemos todo incluso hasta la vida”, aseguró Luis Millán.
Asimismo, resaltaron que por esa zona se encuentran gran parte de las tuberías que sirven de red acuífera de la ciudad, por lo que se hace necesaria una inspección de los diferentes cuerpos de seguridad y protección a fin de constatar la situación.
Recordaron además que, hace aproximadamente 10 años se presentó una situación similar, lo que conllevó a que autoridades del Estado se apersonaran al sitio prometiendo la construcción de un muro de contención que evitara más deslizamientos, sin embargo, todo quedó en promesa. “Hasta ahora nada, allí ni un hueco hicieron para tratar de ayudarnos con esa problemática”, aseguró uno de los moradores.
Aprovecharon la oportunidad para hacer el llamado a la alcaldesa Ana Fuentes y al gobernador Ernesto Luna, para que envíen una comisión y levante un informe técnico que permita buscar la soluciones adecuadas y pertinentes.
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