Este 26 de octubre, Venezuela se une en una sola voz para celebrar el natalicio de uno de sus hijos más ilustres: el beato José Gregorio Hernández, siendo una figura inspiradora y un símbolo de fe para millones de personas en todo el mundo. Su legado trasciende fronteras y sigue vigente en el corazón de los venezolanos.
Carmen Luisa Martínez, asegura que es devota desde hace muchos años del llamado médico de los pobres, y que guarda una estampa desde hace más de 50 años.
«Mi devoción hacía «Gollito» viene porque en mis primeros dos embarazos siempre le pedí que todo me saliera bien, toda la vida le he tenido una fe única al doctor José Gregorio, por eso le tengo demasiada devoción, en mi primer embarazo tenían que realizarme una cesarea y todo era muy complicado por lo que le pedí que todo saliera bien, y así fue, por eso mis hijos se llaman José y Josefina, es una promesa que le había hecho y se la cumplí».
En 2021, un hito histórico marcó la vida de los venezolanos: José Gregorio Hernández fue beatificado por el Papa Francisco. Este reconocimiento fue posible gracias a la comprobación de un milagro atribuido a su intercesión: la curación de la niña Yaxury Solórzano.
Son muchos los venezolanos que dentro y fuera de nuestro país han pedido por la intersección del Beato José Gregorio Hernández, el conocido «Médico de los Pobres».
En el caso del estado Monagas, cada centro de salud o iglesia tiene la imagen del beato, para que los feligreses creyentes puedan pedir el tan anhelado milagro.
La fe y la esperanza mantiene vivo la devoción a ese hombre que dedicó su vida, a cuidar de los más vulnerados y marginados de la época, y aún después de ese largo tiempo eso ha trascendido por todo el país.
Siento de católicos conmemoran hoy esta fiesta litúrgica a raíz de su nacimiento el 26 de octubre de 1864.
María Dolores Rodríguez, asegura que vivió momentos de angustia a cuando perdió a su primera bebé, iba tan mal al quirófano que pidió al Doctor José Gregorio Hernández.
«En mi caso, cuando perdí mi primera bebé, mi mamá al verme que entraba a quirófano de emergencia del hospital, me metió por el cabello la estampa de José Gregorio Hernández y me dijo que entrara con fe a la cesárea, iba casi muerta, luego estando dentro de quirófano él se apareció y lo ví al lado del cirujano con una bata blanca y su sombrero, vi la silueta porque yo estaba perdiendo la batalla mientras me abrían para sacar a la bebé muerta, desde ahí también le tengo muchísima fe y devoción al médico de los pobres, porque se que gracias a él, hoy puedo dar testimonio que si hace milagros, siempre gracias Dr. José Gregorio Hernández».
En cada rincón de Venezuela, la devoción por el, se siente más vivo que nunca, y late fuerte en el corazón de su pueblo.
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