El sueño de Monseñor Antonio Ramírez Salaverría, primer obispo de la Diócesis de Maturín, demoró en construirse 21 años con 10 meses y 7 días, pero hoy en día, luego de 40 años sigue siendo el ícono de la fe católica en Monagas y el principal templo en la entidad, la Catedral Nuestra Señora del Carmen.
“Monseñor Ramírez padre y fundador de la Diócesis, edificó el templo con el apoyo de los gobiernos de la época y de la gente. Decía que era del tamaño es de la espiritualidad de la gente”, destacó el párroco de la Catedral, Samael Gamboa.
El cielo era la barrera para demostrar cuán grande es la fe del pueblo de Dios que camina en la región oriental. El templo con un estilo románico es uno de los más imponentes del país y por la altura de sus cúpulas se considera la segunda más alta de América Latina.
Gamboa destacó que “al cumplirse los 40 años no unimos a esta oración y júbilo de contar con este edificio que es además el punto de referencia en Monagas”.
“Para nosotros significa mucho la consagración del templo porque es el lugar de encuentro de la comunidad de fieles en torno a Dios; es una expresión de fe donde unidos elevamos nuestras plegarias”, puntualizó.
La primera piedra se colocó el 16 de julio de 1959 siendo precisamente el día la Virgen del Carmen, a quién estaría encomendada. Fue inaugurada un día como hoy, pero en el año 1981.
Aunque muchos consideraron de loco a Ramírez Salaverría por iniciar la construcción a las afueras de la Maturín naciente, el templo quedó ubicado en una de las avenidas más importante y en pleno corazón de la ciudad capitalina.
Para los trabajos de construcción se organizó un programa radial para incentivar el apoyo del de la feligresía, también participaron sectores privados y del Estado venezolano.
Por motivos de la pandemia del covid-19 la celebración de los 40 años de la Catedral de Maturín no se realizó como en años anteriores; en esta oportunidad el Obispo Enrique Pérez Lavado ofició la misa central trasmitida por las diferentes redes sociales de la Catedral.
El confinamiento no ha sido impedimento para la labor social de la Iglesia en Maturín, a través de las Pequeñas Comunidades Cristianas la Catedral ha continuado trabajando en los diferentes sectores parroquiales con asistencia alimenticia, médica y espiritual.
También se han realizado jornadas de entrega de desayunos en el Hospital Central de Maturín y la asistencia a los familiares de las víctimas de Caño de Los Becerros.
Finalmente Gamboa agregó quienes tengan la posibilidad de ayudar al mantenimiento del templo “puede aportar su granito de arena para que siga siendo el lugar más hermoso para nosotros y visitantes”.
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