Ante la baja afluencias de unidades transporte público durante las semanas de cuarentena radical en la ciudad de Maturín y Punta de Mata, esta última capital del municipio Ezequiel Zamora, los vehículos colectivos improvisados conocidos como “perreras” vuelven al ruedo.
Estos transportes, que en muchos casos no reúnen las condiciones necesarias para este servicio, terminan siendo un paliativo para que los usuarios puedan movilizarse ya sea para sus lugares de trabajo o vivienda.
Los camiones están modificados con asientos elaborados con gaveras de refresco o cervezas y una madera, algunos tienen una lona para proteger a las personas del sol y la lluvia.
Quienes usan los camiones indican que “en las semana de cuarentena los buses desaparecen en su mayoría y no queda otra opción”.