Lo que ha de ser paseo de esparcimiento familiar o entre amistades a la zona norte de Monagas, pudiera terminar en desgracia si quien maneja el vehículo no se desplaza con la debida precaución por la carretera nacional.
La arteria vial que conecta la ciudad de Maturín, hasta el poblado de Caripe, atravesando el municipio Piar, no posee ningún tipo de señalización; lo que convierte el desplazamiento por esta zona en una verdadera guillotina.
Quienes con frecuencia deben transitar por esta carretera aseguran que el peligro se incrementa durante las horas nocturnas, pues no existe ni un “ojo de gato” que les permita orientarse, principalmente en aquellas áreas donde no existe iluminación eléctrica mediante el sistema de alumbrado público.
Según relatan los choferes, los tramos más peligrosos son los comprendidos de Chaparral a Banco de Acosta; desde el crucero de Aparicio hasta Guanaguana en el municipio Piar, y toda la subida del cerro hasta la entrada del llamado “Jardín de Oriente”.
“Todos los días es la ruta que me toca transitar por el trabajo, después de las cinco de la tarde no laboro más por temor a que me caiga la noche en la carretera y ponga en peligro mi vida”, manifestó Jean Domínguez, quien carga pasajeros desde Caripe hasta la capital del estado Monagas.
El profesional del volante aseguró que, en reiteradas oportunidades varias cooperativas de transporte que hacen vida hacia el norte de la entidad, han entregado correspondencias a las autoridades municipales de Piar, Acosta, Caripe; exponiendo la realidad que representa transitar por la vía en esas condiciones.
“Por poner un ejemplo, desde Maturín hasta Aragua de Maturín, hay más de 50 obstáculos (policías acostados) y ninguno posee el debido rayado, no tienen ni una pinturita al menos y eso es muy peligroso”, acotó Domínguez.
La misma opinión la comparte Carlina Guzmán, quien es la secretaria de una cooperativa de carritos por puestos hacia la población de San Antonio, ubicada en las inmediaciones de la avenida Juncal, según lo añadido por la fémina, la lluvia representa otra problemática en la arteria vial.
Guzmán dejó en claro que, “al caer una garuita la carretera es un jabón lo que hace aún más peligroso el desplazamiento, ojalá y alguna de las nuevas autoridades tomen cartas en el asunto y no esperen que ocurra una desgracia para abocarse a resolver lo que pudieron hacer con tiempo”
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