La quinta y última temporada de La casa de papel terminó de grabar el pasado mayo. Algunos de sus protagonistas, como Álvaro Morte, se han ido despidiendo del proyecto que les ha llevado a lo más alto de su carrera. La ficción se ha convertido en todo un fenómeno de masas, pero los fans todavía no han visto el trágico y espectacular desenlace. Además de muchas sorpresas, acción, explosiones y despedidas, los nuevos episodios traen personajes que podrían cambiar el rumbo de la historia.
Las tres incorporaciones de la trama final son Patrick Criado (Antidisturbios, Águila Roja), Miguel Ángel Silvestre (Sense8, Sky Rojo) y José Manuel Seda (Física o Química, Amar es para siempre). Tres actores de renombre encargados de revolucionar los últimos momentos que les quedan a la banda de ladrones dentro del Banco de España, poniendo el broche de oro al final de la serie ganadora del premio Emmy al mejor drama en 2018.
El reparto dará bienvenida al hijo de Berlín, Rafael (Patrick Criado), un ingeniero informático que se niega a ser como su padre y del que los espectadores supieron en el primer capíutulo de la primera temporada de la serie, cuando el personaje de Pedro Alonso le dice a Río (Miguel Herrán) lo que significa tener un hijo: «Es una cabeza nuclear que lo va a arrasar todo».
Ahora tiene 31 años y podría ser la única persona que pudiera solucionar la situación en la que se encuentra la banda. Así, en el tráiler presentado por Netflix, el ya fallecido padre le dice a su niño: «Te sientes orgulloso, ¿verdad hijo? Solo un ladrón siente como propio aquello que no le pertenece». ¿Habrá cambiado de opinión y finalmente se convertirá en lo que nunca quiso?
Otro de los personajes que llegan a esta última temporada es el de Miguel Ángel Silvestre, que interpretará a René, «el hombre con el que Tokio empezó atracar, con el que viajó y disfrutó antes de que Silene Oliveira supiera que las cosas, a veces, salen rematadamente mal».
Los fans de la ficción también lo conocieron en el primer episodio de la serie cuando el personaje de Úrsula Corberó comenzó a narrar cómo había sido su vida: «Me llamo Tokio. Pero cuando comenzó esta historia no me llamaba así. Esta era yo… y este, el amor de mi vida. La última vez que lo vi lo dejé en un charco de sangre con los ojos abiertos», dijo en el monólogo.
Por último llega Sagasta, interpretado por José Manuel Seda, un comandante de las Fuerzas Especiales del Ejército español. «Está curtido en innumerables misiones internacionales contra lo peor de la especie humana. Lo que lo sitúa, precisamente, en el mismo lugar que los hombres que ha matado. Es un líder nato», explican en su presentación, donde se le puede ver con el resto de su equipo de mercenarios, un escuadrón militar que no tiene miedo de cruzar los límites de lo permitido y en el que está César Gandía (José Manuel Poga).
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