Se esperaba a España, y España no defraudó en el Mundial de Fútbol Femenino. Bajo su lema «Jugar, luchar y ganar», La Roja se dio cita con la historia y, con un gol de Olga Carmona en la primera mitad, derrotó a Inglaterra en una electrizante e inédita final que la ha consagrado campeona del mundo.
La Roja alcanzó la cima del globo con un golazo de la capitana aún en la primera mitad de esta cita con sabor a revancha, en la que España entregó una actuación irreprochable que combinó garra, determinación, concentración, seguridad y comunicación.
Fiel a su estilo, Jorge Vilda movió una vez más su once inicial y, esta vez, optó por traer Salma Paralluelo de vuelta a la titularidad y dejar Alexia Putellas de nuevo en el banquillo.
Mientras esperaban en el túnel para salir al campo, las jugadoras charlaban y lucían sonrisas de quienes sabían, independiente del resultado, lo que habían conquistado dentro y fuera de las cuatro líneas de juego.
Los primeros minutos fueron de mucha intensidad, con ambos equipos buscando el balón y llegando constantemente a la portería. Ante 76.000 espectadores, españolas y británicas probaron que el fútbol es de las mujeres.
Una sólida Aitana Bonmatí exhibió una vez más su liderazgo y fue la encargada de dictar el ritmo desde el medio del campo, guiando a La Roja en los noventa minutos más importante de sus vidas.
Pero Las Leonas, vigentes campeonas europeas, no han facilitado las cosas, sobre todo gracias a una Lauren Hemp que lució su mejor forma. Fue la responsable del primer tiro a portería del partido y casi inauguró el marcador en el minuto 15 con un disparo que alcanzó el poste.
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