Las fiestas de San Juan Bautista en Venezuela comenzaron en las haciendas cacaoteras. Cada 24 de junio, los hacendados les permitían a los esclavos descansar de las agotadoras faenas, solo por ese día.
El fuego y el agua representan los principales símbolos de esta festividad. Con el primero se deja atrás lo malo y con el segundo, se purifica y se da la bienvenida a lo nuevo.
Los descendientes de los esclavos africanos adoptan como protector a San Juan, “el Santo del agua”, quien de acuerdo con la Biblia, habría nacido un 24 de junio. San Juan es el único santo al que la iglesia católica le celebra su nacimiento.
En Venezuela, la festividad de San Juan es ancestral y su propagación como manifestación cultural se ha extendido y prolongado.
La festividad de San Juan también se celebra tambien en los estados como La Guaira, Miranda y Carabobo, pero en Aragua se ha extendido más allá de las zonas costeras con más de 11 cofradias: Estilita de Tovar, en el barrio El Recurso; la de Reina Faneite, en el sector La Coromoto; la de Martín Flores, en el barrio El Milagro, y la de José Neno Uribe, en el sector La Cruz de El Limón.
Los tambores resuenan con todas sus fuerzas anunciando la llegada del día. Se cree que cortarse el cabello en una noche del 24 de junio, traerá buena suerte y que además crecerá brillante y abundante.
Verter un huevo en un vaso de agua, podría anunciar el nacimiento de un niño, bañarse en el mar en la noche de San Juan, dará salud y juventud y quien se bañe en el rocío que cae en esa noche, tendrá protección todo el año.
Los solteros que se asomen por la ventana de su casa, verán pasar al amor de su vida.
Al santo precursor, al profeta, al bautista, a la voz en el desierto, se le atribuyen milagros. Su devotos creen que si San Juan lo tiene, San Juan te lo da.
Vía, Crónica Uno…
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