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Poco a poco iremos regresando a la nueva normalidad que ha dejado la crisis del covid-19.
Sin embargo, hay cosas que han cambiado para siempre. En un mundo que cada vez quiere tener menor contacto físico, el teletrabajo ha experimentado este último año un impulso decisivo y con él vendrían cambios estructurales en el mercado laboral. Incluso, algunas profesiones podrían estar en peligro.
En los últimos meses, la demanda por nuevos puestos de trabajo ha estado afectada por las diferentes restricciones de bioseguridad que muchas empresas han debido implementar para contener la expansión del covid-19. La pandemia no solo empujó a las personas a trabajar desde sus casas, sino que también las obligó a volverse tecnológicas.
Según un estudio realizado por el Banco de la República en Colombia las ocupaciones caracterizadas por tener un alto potencial de ser automatizables, es decir, de volverse automáticas, presentaron una menor recuperación entre abril y diciembre de 2020.
De mantenerse esta tendencia, de acuerdo con esta investigación, denominada Moderada recuperación del empleo en 2021 y dinámica de las vacantes en oficios automatizables durante la pandemia, la demanda de estas actividades podría reducirse a futuro. Entre ellas están algunas como las que realizan los operarios, los artesanos u otras profesiones elementales (personal de aseo, obras de minería, construcción e industria o vendedores ambulantes).
Al contrario, según el reporte, las actividades que tienen un bajo índice de automatización como es el caso de los profesionales, los técnicos y los comerciantes han tenido una mejor recuperación y no se verían afectadas más adelante.
Esta reducción de los nuevos puestos de trabajo en profesiones más automatizables llevaría a un proceso de reasignación de la fuerza laboral, lo que podría tener efectos sobre el mercado, como una mayor tasa de desempleo a largo plazo. Por ello, el estudio indica que a futuro se requerirían políticas públicas entre las que se pueden incluir una mayor capacitación y entrenamiento de la mano de obra.
El estudio no solo analizó qué tanto podrá afectar la automatización la creación de nuevos empleos, sino que también evaluó cómo afectan el teletrabajo y el distanciamiento físico.
Para ello, los investigadores del Banco de la República tuvieron en cuenta cómo se han ido recuperando las vacantes del Servicio Público de Empleo. Si bien del lado del distanciamiento físico entre los empleados no encontraron resultaron significativos, por el del teletrabajo sí.
Hallaron una demanda mayor durante la pandemia por aquellos empleos que son más teletrabajables; sin embargo, esta diferencia dejó de ser significativa a partir de septiembre de 2020, con un leve repunte en diciembre de 2020.
Por ello, según el estudio, la estrategia del teletrabajo no implica en sí una destrucción directa de los actuales empleos, pero sí permite un cambio en la estructura de las empresas, que debido a las restricciones de bioseguridad se han inclinado hacia una mayor demanda por ocupaciones teletrabajables.
Para Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, en el contexto de la crisis económica y sanitaria el desplazamiento hacia los canales de trabajo a distancia ha prevalecido en la estrategia de protección del empleo.
“El riesgo de automatización aumenta en la medida en que las actividades sean repetitivas y elementales, lo que explica la inclusión de las ocupaciones más elementales que en la literatura convergen como especialmente expuestas al riesgo de automatización y robotización”, indicó Jaramillo.
El documento menciona ejemplos de otros países en donde también se verían afectadas las mismas profesiones. En Estados Unidos, afirmaron que tras varios meses de reactivación los trabajos automatizables se han recuperado a una velocidad menor a la esperada, lo que podría dar lugar a una pérdida permanente de dichos empleos.
Para el caso de España, los autores Dolado, Felgueroso y Jimeno (2020) indicaron que las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, además de otras actividades automatizables que no son susceptibles al covid-19, tendrán un impacto importante en la reasignación de puestos de trabajo.
Principalmente, aseguran que se desplazarían los empleos en ocupaciones de baja calificación e intensivos en mano de obra, como son los servicios personales, hoteles, restaurantes y las actividades recreativas.
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