Varios lotes de la vacuna de Johnson & Johnson (J&J) contra el Covid-19 fabricados en una planta de Baltimore, cuya producción tuvo que detenerse hace varias semanas, deberán descartarse, dijeron el viernes funcionarios de salud de Estados Unidos. Según el New York Times, esta decisión afecta a unos 60 millones de dosis.
En marzo, las pruebas de control revelaron que se habían desperdiciado 15 millones de dosis de la vacuna de J&J en esta planta administrada por la empresa asociada Emergent BioSolutions.
Además de la vacuna de J&J, también se fabricó la de AstraZeneca. Productos que entraban en la composición de la segunda se mezclaron por error con la primera, provocando la contaminación de esos 15 millones de dosis y haciéndolas inutilizables.
Nunca salieron de la fábrica para ser distribuidos, aseguraron las autoridades en ese momento.
Luego, la Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA) envió expertos al sitio para realizar una inspección de las instalaciones y del resto de las dosis producidas.
Este viernes 11 de junio el organismo finalmente dio luz verde a “dos lotes” de vacunas de J&J fabricados en la planta, que se pueden utilizar “en Estados Unidos o exportar”.
Esto equivale a 10 millones de dosis, dijo a la AFP una fuente cercana al caso. “La FDA determinó que no se pueden usar varios otros lotes”, precisó.
Al menos 60 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca producidos en la misma planta esperan a su vez el visto bueno de la FDA para ser exportados.
El gobierno de Joe Biden prometió entregar esas vacunas a países desfavorecidos en el correr de junio, en el marco de una donación total de 80 millones de dosis a través del dispositivo COVAX.
Entre tanto, Canadá anunció el viernes que no distribuirá 300 mil dosis de la vacuna de J&J producidas en la planta de Baltimore por “seguridad”.
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