Mantenerse en el tiempo no ha sido tarea fácil para muchas empresas, no solo por la crisis económica que vive el país desde hace varios años, sino por la pandemia del corovanirus que ha obligado a los empresarios y emprendedores a replantearse cómo seguir en pie.
Es por ello que el consultor, Félix Hernández capacita a empresarios para que construyan sus proyectos, se adapten al ámbito económico con el objetivo de superar las adversidades y así poder mantenerse en el mercado que es la meta de toda empresa cuando nace.
Hernández explica que a través de la longevidad empresarial se pueden crear oportunidades de invertir en el país y garantizar la vida de una empresa aplicando diferentes métodos estratégicos.
“En el año 2008, en Venezuela habían más de 18 mil empresas, hoy en día quedan 2070, es decir, han desaparecido 15 mil empresas, lo que es negativo para el país porque con ello desaparecen empleos, infraestructuras, lo que afecta la economía. El empresario está para crear oportunidades, un servicio para la comunidad”, destaca el consultor.
Tres empresas que han sido clientes de Félix Hernández, cuentan su experiencia sobre cómo se han mantenido y han reajustado sus formas de prestar servicio.
Neydis Coremo, de Repuestos Coremo, narra que fue un reto cumplir con los pedidos de sus clientes del área agrícola. En bicicleta y hasta caminando hacían sus encargos, todo con el fin de no paralizar la producción de este importante sector.
Claudia Jiménez, del Laboratorio San Rafael, cuenta que al principio fue un poco difícil por la movilización de las personas, pero una vez entrada la flexibilización, ofrecieron servicio a domicilio.
“Tenemos convenios con laboratorios de referencia nacional como Marrero Blanco en Valencia así como proveedores en otros estados y en cuanto a cómo hacemos para obtener los reactivos, somos muy acuciosos, investigamos muy bien sobre la calidad de reactivos que se ofrecen, porque nos basamos en ofrecer buena calidad”, precisa Jiménez.
Un emprendimiento familiar es el de José Félix Hernández de “Dulce Cielo”, que ofrece tortas y panes hechos con mucho esmero, donde el cliente quede fascinado de los productos que ofrecen.
“Con la pandemia nos tuvimos que reinventar, planificarnos, buscar estrategias. A pesar de la cuarentena la gente siempre celebra y todo este tiempo hemos tenido una buena demanda de la producción, porque nuestro principal objetivo no es lucrarnos, sino ofrecer lo mejor”, comentó Hernández.
Los tres empresarios, coinciden en afirmar que por medio del asesoramiento, han podido avanzar en estos tiempos difíciles. Las redes sociales han sido otra gran plataforma para expandir sus negocios, basados en la imagen corporativa y la calidad en la prestación de servicio.