Ni el cierre de fronteras como medida preventiva contra el Covid-19 sumado a la temporada navideña han sido impedimento para que los venezolanos migren hacia Colombia u otras naciones para lograr escapar de la “crisis económica”.
Prueba de ello es que, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), entre 500 y 700 connacionales han utilizado las rutas clandestinas para salir de Venezuela sin importar los riesgos que se viven.
El portavoz de Acnur, Babar Baloch, dijo en rueda de prensa que “muchos de ellos llegan en condiciones desesperadas, a comunidades de acogida muy golpeadas por la pandemia, por lo que es urgente protegerles y asistirles”.
Esta situación se debe a que el 70 % de los migrantes “parten a pie sólo con ropa en su mochila, y dado que la situación en Venezuela sigue deteriorándose, en condición muy débil, a veces mostrando síntomas de malnutrición. Muchos sufren trauma y estrés y requieren asistencia humanitaria y protección inmediatas”, según indica Baloch.
Alertó que parte de los migrantes son violentados o explotados por los grupos armados que convirtieron las trochas en zonas de operación de redes de tráfico ilegal.
Baloch detalló que 4,6 de los 5,4 millones de venezolanos que han migrado se encuentran distribuidos en los países de Latinoamérica y el Caribe.
Por consiguiente, unas 159 organizaciones humanitarias levantaron una petición de ayuda internacional por un valor de 144 millones de dólares para asistir a ese número de refugiados en la región latinoamericana.