Una vez más, las instalaciones del Instituto Pedagógico de Maturín fueron objeto del hampa que no ha dado tregua en esta casa de estudios. Como ya es sabido, desde el inicio de la pandemia cuando todas las instituciones educativas quedaron solas, la delincuencia ha hecho de las suyas.
En el caso particular de la UPEL, no ha habido ningún área que se haya salvado del vandalismo, ya que no solo se conforman en llevarse los aparatos de valor, sino que además rompen paredes, puertas, dañan los pupitres entres otros actos de pillaje.
Yonathan Caripe dirigente estudiantil manifestó que el más reciente hecho delictivo ocurrió en el área del gimnasio donde funcionan los multifuerzas que fueron desmantelados. Tal fue la acción delincuencial que hasta el portón se lo llevaron.
“Aquí se implementó un plan de seguridad con la policía del estado y la comunal y solo asisten de vez en cuando, dejando a la universidad sola con el personal de vigilancia que allí labora. Hemos acudido a varias instituciones gubernamentales para pedir un mayor apoyo para el rescate de esta casa de estudios y aún no se tienen respuesta. Fuimos a Corpoelec para el tema eléctrico y la respuesta es que se tiene que esperar”, dijo Caripe.
El líder estudiantil agregó que las nuevas autoridades, Neyda Montiel y Euderice Linares han hecho “grandes esfuerzos” para recuperar la universidad, pero no cuentan con apoyo de instituciones del estado. Hizo un llamado al personal obrero a incorporarse para trabajar en el rescate de la UPEL.