Oscar David Herrera, es el nombre del deportista paraolímpico venezolano que participó en la final de salto triple para hombres ciegos en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, quedando en el séptimo lugar de la competencia.
Posterior a su participación en los juegos, el deportista volvió a Venezuela donde vivía relativamente estable de acuerdo a su versión y se dedicaba a dar clases a personas no videntes en un taller de educación laboral en la ciudad de Valencia.
Sin embargo, la crisis económica que atraviesa Venezuela obligó al deportista a abandonar su país natal buscando sobrevivir a las adversidades.
Aunque su plan era sacrificado estaba bien organizado. Debía rematar todas sus pertenencias y lograr así conseguir un ticket aéreo de 900 dólares para irse a Florida donde un amigo lo recibiría dentro de su casa.
Cuando consiguió el dinero se embarcó en un viaje solo hasta México y finalmente llegó a Estados Unidos solo para toparse con la amarga sorpresa de que su amigo había contraído cáncer y se había ido a Nueva York para recibir el tratamiento.
Lo único que su amigo alcanzó a hacer fue dejarlo en un refugio pero la administradora del lugar le dijo que por su condición de discapacitado no podía quedarse en el lugar y lo echó. Oscar Herrera quedó «homeless» de la noche a la mañana en un país ajeno y con sus condiciones físicas.
Sin embargo, no se ha dejado vencer por las adversidades. Admite que muchas personas han sabido ayudarlo, sobre todo en las iglesias. Pero que si bien conseguir comida no ha sido problema si admite que lo mas difícil y preocupante es conseguir vivienda.