Mineros de oro ilegales, conocidos como garimpeiros, que han invadido el norte de la Amazonia, han destruido la tierra del pueblo indígena yanomami. Estos además ejercen violencia contra los indígenas y propagan enfermedades contagiosas a las comunidades que allí habitan. También contaminan los ríos y la pesca con mercurio.
Los yanomamis no contactados (que no tienen contacto regular con foráneos, ni siquiera con otros yanomamis) han sido los más afectados, pues los pueblos indígenas no contactados son los más vulnerables del planeta y los invasores podrían aniquilarlos.
Sin embargo, esta tribu de aborígenes, que también habitan parte de Venezuela, se enfrenta a peligros graves que pueden ser evitados.
Fiona Watson, directora de Investigación y Campañas del grupo Survival, señaló que actualmente los yanomamis sufren graves casos de enfermedades.
Watson afirma que estas enfermedades pueden ser evitadas. Las tribus, según contabiliza la organización, sufren de desnutrición infantil aguda y otras dolencias.
El propio presidente de Brasil, Lula da Silva, calificó la situación de genocidio.
También aseguró que este es un crimen premeditado por la administración anterior.
Atacados por grupos
“Los yanomamis no tienen médicos que los atiendan y actualmente están siendo invadidos por grupos de garimpeiros”, expresa Watson. Estos grupos trabajan ilegalmente sus tierras.
“En los últimos cinco años han entrado narcos y criminales”, agrega la experta. Añade que esta llegada incrementó también el nivel de violencia en la población.
Ellos no pueden defenderse al disponer solo de arcos y flechas, dice. También han aumentado los casos de violencia sexual contra mujeres y niñas.
La llegada de personas ajenas a la tribu fomenta la aparición de enfermedades como la malaria y el sarampión. También de afecciones bronquiales.
Muchos de ellos no tienen inmunidad para estas enfermedades. Watson agrega que en los últimos 4 años se registraron 44.000 casos de malaria.
Esta enfermedad es potencialmente mortal para los miembros de las tribus que no tienen contacto con el exterior.
Consecuencias de las enfermedades
“Al enfermar los yanomamis, están demasiado débiles para cazar, pescar o cultivar, por lo que no pueden llevar comida a sus familias. De ahí la desnutrición que afecta especialmente a los menores”, completa Watson.
Cifras del Ministerio de los Pueblos Indígenas, solo el año pasado murieron 99 yanomamis de 1 a 4 años de edad. Todos por padecimientos vinculados a estas invasiones.
«Es una situación hecha por el gobierno anterior que se podría haber evitado”, agrega Watson. “Ellos no hicieron nada por sacar a los garimpeiros que trabajan ilegalmente en la tierra yanomami”.
La llegada de los invasores también aumentó los niveles de contaminación por mercurio. Esto lo sufren, en mayor medida, quienes habitan zonas cercanas a los enclaves mineros.
Aunque también afectan al total de la población al introducirse el mercurio en los ríos, los peces y los bosques.
Datos de importancia
Actualmente la población de yanomamis gira en torno a los 38.000 individuos. Están distribuidos entre Brasil y Venezuela.
Ocupan 9.6 millones de hectáreas en Venezuela y 8.2 millones en Brasil. Según Survival, las 2 áreas forman el lugar de mayor territorio indígena de selva en el mundo.
“Viene a ser algo parecido a la extensión de Portugal”, dice Watson. Viven relativamente aislados pero desde 1940 entraron en contacto continuado con personas del exterior.
Vía: El Nacional
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