La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) informó en su página web que nuestro país celebrará su primera Asamblea de Exorcistas en el antiguo Seminario de Guanare, estado Portuguesa. La cita será del 15 al 18 de febrero y tendrá como principal objetivo es dar a conocer la Asociación Internacional que agrupa a estas personas.
De igual forma, se tiene previsto también presentar cuáles son los fines que persiguen al crear dicha Asociación de Exorcistas, crear el directorio y elegir su junta directiva.
El presbítero Ronny García, quien pertenece a la Diócesis de Guasdualito del estado Apure, es representante de dicha asociación y detalla que la idea es brindar un espacio formativo para aquellos que quieran ser exorcistas, así como también todo lo referente a la organización administrativa de ese organismo.
Tanto García como el padre Orlando Sánchez, de la Iglesia particular de Guasdualito, estuvieron en el curso básico de exorcistas que la Asociación Internacional ofreció en julio de 2020 y lograron su certificación. Además, fueron nombrados oficialmente como tal por parte del obispo Pablo Modesto, de la misma Diócesis a la que pertenecen.
Uno de ellos, el padre García, pidió ingresar como socio a la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE) para poder recibir una actualización constante y por eso es que se impulsa la realización de esta reunión en Venezuela.
Según la AIE, en el mundo se registra una «urgente demanda» de exorcistas porque aseguran que hay un «marcado aumento» de personas que se han vuelto aficionadas a cuestiones relacionadas con el satanismo y lo oculto.
Valter Cascioli, psicólogo y asesor científico de la organización afirmó que “la falta de exorcistas es una verdadera emergencia. Existe una emergencia pastoral como resultado del incremento de posesiones diabólicas a las que los sacerdotes exorcistas se enfrentan”.
En entrevista concedida a Caraota Digital, el padre García detalló que allí lo que se quiere es formar a más sacerdotes en el arte del exorcismo y buscar la unificación de criterios, al tiempo que aclaró que este acto no es algo «mágico» ni el sacerdote está investido de poderes adicionales. «Es un hombre autorizado por el obispo para ayudar a las personas que son víctimas del mal», aclara.
Espera que al menos unos 50 sacerdotes de todo el país, junto a invitados internacionales de la materia, se den cita en el antiguo Seminario de Guanare.
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