El pueblo venezolano marchó este sábado hasta la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el país para pedir el cese de la impunidad y la agresión que sufren los pueblos del medio oriente como Palestina y Líbano.
El Viceministro de Relaciones Exteriores, Rander Peña, desde la concentración en Caracas señaló que «Desde Venezuela cientos de miles de hombres y mujeres hemos marchado desde el parque generalísimo Francisco de Miranda hasta la sede de las Naciones Unidas en nombre del presidente Nicolás Maduro, en nombre del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y en nombre de todas las organizaciones en solidaridad con Palestina».
Desde el lugar de la concentración fue leído un documento que entregaron en esta sede y que expresa la posición solidaria del pueblo venezolano frente a la causa de Palestina, donde exigen pasar a la acción eficaz que permita detener la masacre, el dolor humano y el sufrimiento que vive el pueblo palestino, a lo largo de 76 años.
«Nos dirigimos a ustedes una vez más para exigir a las instituciones y representantes de la ONU asumir su responsabilidad y poner fin a la impunidad de la ocupación israelí, poner fin a la deshumanización del pueblo palestino, poner fin a interminables violaciones del derecho internacional y humanitario», reza parte del documento.
Asimismo, señala que las instituciones de la ONU y sus representantes no pueden ni tienen derecho de quedarse con las manos cruzadas ante el discurso y la ocupación israelí que llamaron públicamente a demoler el edifico de la ONU.
«Decenas de países han hecho un llamado a la Corte Internacional de justicia para demandar que se detenga el genocidio, por ello nos movilizamos hoy una vez más para defender los derechos inalienables del pueblo palestino», puntualiza.
En este sentido, Venezuela denuncia y rechaza la doble moral más que expuesta de las instituciones de la ONU que «están siendo secuestradas por la hegemonía de los Estados Unidos y la Unión Europea, para utilizarlos como herramienta contra la soberanía de los pueblos, no podemos tolerar más que algunas potencias sigan con su afán imperial de imponer su exclusiva visión de la democracia y con ello tratar de justificar la hegemonización, el bloqueo, el racismo y el intervencionismo y por medio del terror tratar de normalizar el fascismo».
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