Durante los últimos cuatro años, el número de niños que trabajan ha aumentado en 8,4 millones señala un informe conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), publicado este jueves.
El estudio advierte que los avances para acabar con el trabajo infantil se han estancado por primera vez en 20 años, invirtiendo una tendencia a la baja que permitió reducir esta lacra en 94 millones entre 2000 y 2016.
Pero esas no son las únicas malas noticias que aporta el informe, lanzado un día antes de la celebración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, ambos organismos advierten que la cifra todavía podría crecer más debido a debido a la Covid-19.
Se calcula que la pandemia del coronavirus podría incorporar a nueve millones más de niños al trabajo infantil hacia finales de 2022 y que, según las predicciones de un modelo de simulación, esta cifra podría aumentar hasta los 46 millones si los menores carecen de acceso a una cobertura de protección social básica.
En cifras concretas, el reporte señala que se ha producido un aumento significativo del número de niños de 5 a 11 años que trabajan, una franja de edad que representa algo más de la mitad de la cifra total mundial, y que desde 2016 también creció en 6,5 millones el número de menores de 5 a 17 años que desempeñan tareas peligrosas, hasta alcanzar los 79 millones.
En el marco de la celebración de los 20 años de la Convención de los Derechos del Niño, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se complace en presentar el estudio “No más trabajo infantil: una meta posible de alcanzar”, a fin de que el mismo estimule la adopción de políticas públicas y fortalezca el diálogo y la reflexión de todos los sectores comprometidos en el desarrollo nacional acerca de los avances logrados, tanto por el Estado como la Sociedad, para la realización de los derechos a la educación de los niños, niñas y adolescentes, así como a la protección contra la explotación económica y cualquier trabajo peligroso o que entorpezca su educación y desarrollo.
De acuerdo a la información disponible, la República Bolivariana de Venezuela es el país de América Latina, que a nivel nacional, tiene el menor número absoluto de niñas, niños y adolescentes menores que 15 años que trabaja. Aunque es inaceptable que exista trabajo infantil, es una cifra que estimula, por cuanto permite poder establecer metas realistas de erradicación total, de acuerdo con los preceptos legales del país, así como con los compromisos internacionales asumidos por el Estado.
“Invitamos al Estado y la Sociedad hacer uso de un estudio de carácter independiente que busca dotar de información relevante para el debate nacional sobre los temas en los que se ha logrado avanzar. La existencia del trabajo infantil, debe convertirse en un factor que genere indignación, a la vez, que motive e inspire la corresponsabilidad de todos los garantes de derechos. No podemos ser indiferentes ante las niñas, niños y adolescentes que trabajan en las ciudades, en el campo o como trabajadores domésticos; no podemos considerarlos como parte de la normalidad o del paisaje cotidiano: eso nos haría cómplices de una de las más flagrantes violaciones de sus derechos. Una niña, un niño que trabaja en lugar de ir a la escuela es un(a) ciudadano(a) excluido(a), y muy probablemente lo continuará siendo como adulto”.
En el marco de los esfuerzos que, conjuntamente con los demás actores sociales, se realizan, Unicef aboga por los derechos a la supervivencia, desarrollo, protección y participación de todos los niños, niñas y adolescentes. Apuesta por la construcción de alianza para desarrollar políticas eficaces que garanticen una educación para el desarrollo y la equidad, que fomente los valores, conocimientos, capacidades y actitudes con potencial para producir cambios a favor de un mundo más apropiado para la niñez y adolescencia. Hace un llamado a mantener los importantes niveles de inversión pública en educación que han permitido al país el ascenso de la matrícula educativa en todos los niveles, especialmente en un contexto de crisis mundial donde estos logros podrían revertirse.
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