Las redes sociales forman parte esencial del entorno cotidiano, especialmente entre niños, adolescentes y jóvenes, sin embargo, su uso desmedido y sin supervisión puede desencadenar efectos negativos en la salud mental y emocional de quienes aún se encuentran en proceso de desarrollo.
Así lo advirtió el licenciado en Comunicación Social Franco Rondón, con más de cinco años de experiencia en el manejo de medios digitales.
Rondón, quien actualmente se desempeña como formador en el área de redes y comunicación estratégica, explicó que desde la aparición de plataformas como Facebook, hace más de dos décadas, la forma en que las personas se relacionan ha cambiado drásticamente.
“Las redes pasaron a sustituir el cara a cara y eso transformó por completo la forma de expresar emociones, recibir opiniones y construir relaciones”, señaló.
Rondón hizo especial énfasis en los efectos que puede tener la exposición constante a redes sociales, sobre todo cuando se trata de comentarios negativos o la comparación con vidas “perfectas”, que se proyectan a través de filtros o contenido editado.
“Eso afecta directamente la percepción que las personas tienen de sí mismas, más aún cuando se trata de jóvenes.
«Aunque no veas a nadie frente a ti, estás expuesto a la mirada y juicio público, y eso pesa emocionalmente”, dijo.
A su juicio, uno de los mayores desafíos es el impacto que tiene esa presión digital en la autoestima de los adolescentes.
“La repercusión de un comentario depende de la madurez emocional de quien lo recibe. Un adulto puede manejarlo, pero un niño o joven, no siempre”, aseguró.
Rondón indicó que el uso de redes sociales en menores de edad debe estar siempre acompañado de una supervisión activa por parte de los padres o representantes. “No se trata de prohibir por completo, porque muchas veces eso solo genera más curiosidad y lleva a los chicos a buscar acceso de manera clandestina.
Se trata de educar, supervisar y generar confianza”, explicó.
Agregó que sin acompañamiento, los niños no deberían tener acceso a redes sociales, pues no cuentan con el criterio suficiente para filtrar el contenido que consumen.
Con una guía adecuada, sin embargo, pueden incluso desarrollar habilidades positivas como la comunicación digital, la creación de contenido y el emprendimiento digital desde edades tempranas.
En cuanto a las señales que podrían alertar sobre un uso problemático de las redes, Rondón mencionó casos como el ciberacoso, conflictos digitales constantes o el aislamiento.
No obstante, aclaró que el uso frecuente por sí solo no debe ser motivo de alarma, mientras se utilice de manera positiva.
“Lo que debe preocupar no es el tiempo que pasan en redes, sino el tipo de uso que hacen de ellas. Si hay bullying, si están inmersos en retos peligrosos o consumiendo contenido nocivo, allí sí hay que actuar de inmediato”, afirmó.
Formación y proyección responsable
Desde su rol como académico, el especialista en redes impulsa el aprovechamiento consciente de las plataformas digitales.
En su visión, los jóvenes pueden aprender a utilizar las redes como herramientas de proyección personal, emprendimiento y manejo de comunidades digitales.
Destacó figuras profesionales como el community manager o el social media manager, responsables de gestionar la presencia de marcas y organizaciones en el entorno digital. “Estas son carreras en crecimiento. Los niños y jóvenes pueden formarse en ellas, pero siempre con responsabilidad y propósito”, indicó.
Al referirse al papel que deben asumir las marcas, Rondón fue claro: “Las marcas no tienen autoridad sobre lo que ven los niños. Ellas están para vender o promocionar. La verdadera responsabilidad recae en los padres y en la crianza que dan en casa”, expresó.
Asimismo, invitó a los profesionales del marketing a fomentar un uso saludable de las redes sociales, recordando que “se puede vivir de las redes, pero no para las redes”.
Franco Rondón, cierra su análisis con un mensaje claro: las redes sociales son una herramienta poderosa, pero su uso debe estar guiado por la conciencia, la educación y la supervisión familiar. “Teníamos una vida antes de las redes sociales, y esa vida aún puede existir. Se trata de equilibrio y criterio”, finalizó.
Foto: Carlos Rondón
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.