Luego del encuentro previo llevado a cabo hace unas semanas en París, auspiciado por Francia, Colombia y Argentina, la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro retomaron oficialmente este sábado las negociaciones en México, paralizadas desde hace 15 meses.
Una de las principales novedades que dejó el primer encuentro en Ciudad de México fue la incorporación en la mesa de la esposa del colombiano Alex Saab, preso en Estados Unidos tras ser acusado de ser el testaferro de Maduro.
Camila Fabri de Saab asumió un espacio dentro de la delegación compuesta por nueve personas del sector oficial y entre los que se destacan el jefe negociador del gobierno venezolano, Jorge Rodríguez, junto con Nicolás Maduro Guerra y Francisco Torrealba.
Del lado opositor se mantienen liderando Gerardo Blyde, Freddy Guevara, Mariela Magallanes, Tomás Guanipa, entre otros.
EE UU alivia sanciones a Venezuela
Las partes iniciaron esta nueva fase con la firma de un segundo “acuerdo parcial en materia social”, según lo dicho por Noruega —país garante— al momento de anunciar la reactivación. Rodríguez señaló que el acuerdo crea “un mecanismo práctico, dirigido a abordar necesidades sociales vitales y atender problemas de servicios públicos”.
Estados Unidos reaccionó al terminar el encuentro aliviando parte de las sanciones a Venezuela. “Nos unimos a la comunidad internacional en saludar el reinicio de negociaciones entre las dos partes», expresó una alta fuente del gobierno estadounidense.
El informante señaló que el acuerdo da cuenta de “importantes pasos en la dirección correcta” en Venezuela, que recibió minutos después un alivio de sanciones con la autorización de Washington a Chevron para retomar parcialmente sus actividades de extracción petrolera en el país. Según el Departamento del Tesoro, Chevron puede retomar en parte las actividades de la empresa de la que es copropietaria en Venezuela con la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), si se asegura que “Pdvsa no reciba ningún ingreso de las ventas de petróleo realizadas por Chevron”. Se espera entonces el desbloqueo de 3.000 millones de dólares de recursos del Estado congelados por las sanciones impuestas por EE UU.
La idea es que esos recursos se destinen a atender el sistema eléctrico y a brindar atención social en casos como los afectados por las lluvias, también atención al sistema de salud. Los fondos serían manejados por agencias de la ONU.
Los antecedentes del diálogo de 2021 entre el gobierno de Maduro y la oposición
En septiembre de 2021, las partes firmaron un acuerdo que no se cumplió, el cual también buscaba la atención social. En ese entonces se propuso la creación de una Mesa Nacional de Atención Social.
Ahora, viendo la participación activa de Colombia e incluso de Francia en este proceso y, además, revisando el contenido de los acuerdos hay aspectos que quedan claros y que van más allá de la legitimidad o reconocimiento internacional a Nicolás Maduro.
“Esto parece más un logro para el gobierno que para la oposición”, dice a EL TIEMPO Igor Cuotto, especialista en negociaciones y resolución de conflictos.
En esta oportunidad, el oficialismo no solo logró el desbloqueo de fondos y la incorporación de Fabri de Saab, sino el alivio de sanciones, generando una expectativa en el aumento de la producción venezolana.
El especialista además considera que es evidente cómo el gobierno ha logrado una interlocución directa con EE UU, quitando del camino a la oposición. Por lo que queda demostrado que “el gobierno no necesita a la oposición ni para mantenerse en el poder ni para aprobar políticas públicas”.
Mirando este acuerdo no hay ninguna concesión, al menos pública para los adversarios de Maduro. Cuotto cree que la oposición no gana nada. “Dirán que por el país, pero no te sentaste ahí para eso, sino para lograr elecciones”.
Otro punto que el analista considera como ventaja para el oficialismo es el hecho de que, indirectamente, Alex Saab esté en la mesa. Y es que se sabe que para los futuros encuentros, la petición de liberación del colombiano será una de las exigencias nuevamente, marcando una coherencia por parte de la representación de Maduro.
En otra orilla, hay quienes piensan que la oposición sí tiene alguna ganancia con este nuevo proceso. “Es una nueva oportunidad para atender la situación social del país, hay avances más significativos”, explica a este diario el politólogo y profesor universitario Piero Trepiccione.
La participación de Colombia en el proceso del diálogo venezolano
El hecho de que las conversaciones que se dieron previamente, estuvieran fuera de los focos de los medios de comunicación, fue de gran ayuda para llegar a este punto, dice el politólogo, quien además cree que la participación de Colombia es importante pues existe una especie de “triangulación” compuesta por los diálogos entre el ELN y el gobierno colombiano, el restablecimiento de relaciones con Venezuela y ciertas afinidades ideológicas, “eso da un incentivo distinto”.
La oposición, a través de un comunicado, ha dicho que ratifican la disposición de trabajar en conjunto “con el fin de lograr acuerdos que permitan materializar los mecanismos que aseguren el bienestar de todos los venezolanos”.
Por otra parte, Maduro ha insistido que sentarse con sus adversarios tiene la intención de recuperar recursos. “Estamos negociando con un sector que pidió la intervención militar de EE UU. Con el extremismo hay que dialogar para encontrar la paz, dedicamos largas horas a buscar soluciones para la paz”. A eso se suma la insistencia de Rodríguez en que la paz es lo que buscan al encontrarse de nuevo con la oposición.
Para Luis Vicente León, analista y presidente de la encuestadora Datanalisis, hay que aplaudir este nuevo intento de diálogo. “El gobierno de Estados Unidos, la Plataforma Unitaria de oposición y su equipo negociador y el gobierno de Maduro están llegando a algunos acuerdos sensibles, pese a ser enemigos, porque creen que son positivos para el país”.
«El pragmatismo es la única vía para avanzar”
León considera además que el hecho de que el gobierno permita que los recursos congelados en el exterior se reingresen en proyectos para atender temas humanitarios, manejados por organismos internacionales es un logro que conecta a la oposición con sus bases.
“Claro que Maduro tiene beneficios en cualquier acuerdo logrado. Es lo normal en una negociación. Pretender que Maduro no gane nada, partiendo de su posición fuerte de poder, controlando el país y sin amenazas creíbles es una estupidez. El pragmatismo es la única vía para avanzar” resalta León.
El memorándum anterior tenía un compromiso con estos siete puntos: derechos políticos para todos, garantías electorales para todos, cronograma electoral para elecciones, levantamiento de las sanciones, restauración de derecho a activos, respeto al Estado Constitucional de Derecho, convivencia política y social. Renuncia a la violencia, reparación de las víctimas de la violencia, protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano y garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.
Bajo ese contexto, para Cuotto, ahora es cuando la oposición y la comunidad internacional deben seguir presionando por elecciones libres, el levantamiento de las inhabilitaciones políticas y la liberación de los presos políticos.
Y si bien, con esta segunda firma, la balanza se inclinó a favor del gobierno. Sin embargo, Noruega instó a las partes a continuar y ser comedidos con comentarios que puedan dañar el proceso.
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