La noticia de la afiliación de los delincuentes agrupados en lo que se conoce como « El Tren de Aragua » a la organización criminal más grande de Brasil deja al descubierto uno de los males mas grandes en la Venezuela de hoy, la existencia de bandas que operan en barriadas caraqueñas como la Cota 905, y las incidencias de enfrentamientos armados en sectores como La Vega y el barrio José Félix Rivas, de Petare, es una realidad y no la podemos ocultar, todo esto genera un clima de impunidad y la existencia de un toque de queda que violenta la vida de estas comunidades.
El abogado criminalista Fermín Mármol García resaltó que el problema delictivo en Venezuela abarca desde las mega bandas, hasta el pranato y el paramilitarismo.
«Hay que admitir que no solo las megabandas criminales controlan el territorio, también están los colectivos armados y violentos, el Frente Bolivariano de Liberación y sus distintas facciones. El pranato carcelario que desde hace muchísimo tiempo traspasó los muros de las prisiones. También tenemos al Ejército de liberación Nacional (ELN), a la disidencia FARC dentro del territorio», dijo.
La noticia fue difundida este lunes, al menos 740 venezolanos, muchos de ellos pertenecientes al Tren de Aragua, se han unido al Primero Comando da Capital (PCC) en Roraima, divulgó El País de España, en un trabajo firmado por Gil Alessi. Según un informe del gobierno brasileño de 2012 es la organización criminal más grande de Brasil, con casi 20.000 miembros, 6.000 de los cuales están en prisión.
“La cooperación extranjera no es nada nuevo: algunos paraguayos e incluso italianos, por ejemplo, tienen conexiones con el PCC. Pero el bautizo de los venezolanos muestra un fortalecimiento de los lazos entre el crimen organizado de ambos países”, señaló.
La publicación indicó además que “el PCC se ha aliado con el grupo criminal Tren de Aragua, uno de los más importantes de Venezuela, que se dedica a la extorsión, los secuestros, los homicidios, el robo de vehículos y el tráfico de drogas y armas”, según informó InSight Crime.
Para Mármol García la ausencia del Estado ha generado la proliferación de “microestados”, que albergan bandas criminales, colectivos armados y delincuentes
La situación es muy grave en Caracas pero estos grupos delincuenciales también se observan en diversos estados del territorio nacional como Miranda, Distrito Capital, Aragua, Zulia, Lara y Bolívar, en Miranda la carretera nacional que ubica toda la zona de Barlovento esta tomada por este tipo de bandas, estos grupos irregulares organizados tienen autonomía en los sectores donde operan.
Existen los pranatos carcelarios, los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) , todas operan sin que parezca haber una respuesta contundente por parte del sistema de justicia nacional.
«Sin lugar a duda, las políticas públicas se evalúan con base a los resultados. Cuando hablamos de crimen y violencia, y específicamente, con relación a las estructuras de delincuencia organizada violenta que dominan el territorio nacional, tenemos que indagar cuál es la política pública que han implementado para abordar tal problema. Esa política pública no la encontramos ».
El criminalista se refirió a que desde 2013 existe la Ley para el Desarme y Control de Armas y Municiones, »es común observar a sujetos armados en los denominados colectivos », quienes según el experto, ven su espacio de trabajo dentro de las comunidades con total impunidad .
Los pranes mandan
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) detalló en 2019 que 57% de las cárceles están controladas por “pranes”.
El pranato son organizaciones criminales sin ideología política, sino con la idea de “cometer delitos” en las llamadas “zonas de paz”. De esos lugares aparecen megabandas como las de “El Coqui” en la Cota 905, “El Loco Leo” en El Valle, o la del “Wilexis” en Petare.
El 8 de mayo pasado las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), el Comando Nacional de Antiextorsión y Secuestros (Conas) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) fueron al barrio José Félix Ribas de Petare a buscar y capturar a su cabecilla Wuileisys Alexander Acevedo Monasterios. El operativo terminó con 12 presuntos antisociales ultimados, pero ninguno de ellos fue el líder.
El « pranato » según García son estructuras delictivas dirigidas por unos 200 pranes desde varios penales y considera el criminalista que el Estado ha perdido control sobre este tipo de organización. A pesar de no tener ideología, mantienen un vínculo muy cercano con autoridades locales y nacionales. Eso les ha permitido operar con cierto margen de permisividad, y lograr facilidades como lo relacionado con pernocta de familiares y amigos, salir los fines de semana y hacer grandes fiestas que duran hasta tres días y en las que han participado hasta autoridades locales.
En este grupo no ideologizado se encuentran también las bandas y megabandas que según estima Mármol García concentran a unos 60 mil delincuentes. Son organizaciones muy flexibles que eventualmente pueden cambiar su actividad dependiendo de las circunstancias.
Estos grupos han logrado controles territoriales al igual que los colectivos y organizaciones armadas rurales, en este caso, a pesar de no tener soporte político. Sin embargo hay jefes de bandas, como el caso de “El Coqui”, de la megabanda de la Cota 905 en Caracas, que tiene contacto con las principales autoridades de la capital y expone su poder en las redes sociales.
« El Tren de Aragua »
La historia de esta organización criminal tuvo un origen lícito como un sindicato de trabajo de un proyecto de ferrocarril en Aragua que nunca llegó a concretarse.
La agrupación se corrompió con el cobro ilegal de comisiones por puestos de empleo para la obra. Al ser desactivados, encontraron en el secuestro y la extorsión su salvavidas financiero., luego la banda creció y se asentó en la cárcel de Tocorón
Destaca Mármol García que la de Brasil no es su primera incursión internacional porque también emigraron a Perú donde estaban operando y fueron detenidos cinco de sus miembros al intentar asaltar un banco según confirmó en ese entonces la Policía Nacional (PNP)
Los cinco detenidos fueron identificados como Edinson Agustín Barreda (alias ‘Catire’), Dosnei Alcántara, José Zorrilla, Víctor Rivero y Manuel Ruiz Balbuena. El más peligroso de ellos apodado ‘Catire’, confesó a la Policía haber actuado de sicario en Venezuela con el asesinato de al menos seis personas, crímenes de los cuales presumió en las redes sociales con imágenes de las acciones.
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