Ella se llama Alejandra Coromoto González, el 13 de diciembre del 2021 estaba en situación de indigencia pero aún podía coordinar palabras, narraciones y algunos hechos en su mente, llevar una conversación y hasta cantar. En esa fecha la entrevistó nuestro colega de este diario Omar Padrón, Alejandra canta muy bien o cantaba, porque ya no lo hace y en aquella ocasión pudo hablar hasta de un romance, que según ella, la llevó a este estado de locura, tenía un novio se llamaba Sebastián, narró al periodista.
¿Qué ha pasado con Alejandra en casi un año? Su deterioro físico y mental ha sido grande, evidentemente Alejandra no se acuerda ni siquiera de su nombre, del que dijo con toda claridad a Omar Padrón, su mente está nublada, el raciocinio perdido totalmente, no es agresiva y tiene hambre, anda completamente desnuda por la calle, se para a las puertas de los negocios a pedir comida.
En aquella entrevista, Alejandra dijo que ella sabía resguardarse del frio con cartones que le daban en las tiendas, su historia de amor, si es que alguna vez la hubo, quedó sepultada en una memoria donde no existe ni el pasado, ni el presente, y mucho menos el futuro. Pero Alejandra no es la única mujer demente que transita las calles de Maturín, hay por lo menos dos más, una de ellas de piel oscura, de estatura pequeña que recoge basura, otra alta, violenta, que irrumpe con sus gritos de vez en cuando. Lo grave es que estas imágenes inundan la cotidianidad de la Sultana del Guarapiche, pasan por los edificios que son el centro del poder público, se acuestan a los pies de las estatuas de los próceres, y la gente sigue su curso, como si fuera normal que estuvieran allí.
¿Qué paso con Alejandra Coromoto González? Se extravió por el abandono, el dormir en la calle, afrontar la lluvia, tener hambre y sobre todo no recibir la atención médica que se requiere la llevaron a este detrimento. ¿A dónde llevarla? No sabemos qué pasa en el Centro Psiquiátrico, no todas las ciudades lo tienen, pero en Maturín si hay y frente a la indiferencia de todos queremos que esta mujer, de edad incierta, desorientada por la locura sea rescatada, porque la verdad a pesar de la indiferencia existente su desnudez duele.