El sentir navideño pone de manifiesto con cada una de las tradiciones, y la música forma parte esencial para despedir cada año.
Faltan apenas dos días para que despedir el 2023, un año que dependiendo el cristal con el que se mire, puede ser bueno o malo, alegrías o tristezas
Cada 31 de diciembre, cuando faltan cinco minutos para las 12 de la media noche, las notas de una canción, emblemática para los venezolanos se hace sentir en cada rincón del país.
Cinco pa´ las doces es una de esas canciones que ha traspasado fronteras, se escucha desde México hasta la Patagonia argentina llenando de orgullo a los nacidos en Venezuela, y es una canción que identifica el gentilicio en esos últimos minutos del año sin importar en que parte del mundo se esté.
Cuando Néstor Zavarce, interpretó el canto, su intención principal era lograr que en esos minutos del año que termina, la familia se reuniera para hacer juntos la cuenta regresiva de los últimos 60 segundos y recibir entre abrazos el cañonazo del año nuevo.
Es inevitable que al escuchar “Cinco pa´ las doce”, el corazón se arrugue al pensar en aquellas personas que por algún motivo ya no están físicamente o se encuentran lejos. Es un tema que evoca tristeza, alegría, y que se permite el reencuentro de familiares y amigos.
Cinco pa’ las doce surgió en 1963 gracias al trabajo del compositor venezolano Oswaldo Oropeza, y el intérprete Néstor Zavarce. En ese momento, la intención con la melodía era completar un álbum de estudio de cerca de 10 canciones.
El tema comenzó a ganar tanta popularidad que el público local lo convirtió en una especie de himno. Después de algunos años, como la historia lo comprueba, se transformó en un verdadero patrimonio del fin de año latinoamericano.
Cabe resaltar que la canción cumplió un papel fundamental en la carrera de Zavarce y Oropeza, ya que los dos obtuvieron un gran reconocimiento. Hasta ese momento y según los medios especializados en la música venezolana, ninguno de los dos había tenido comodidades económicas.
Se rumora que Zavarce tuvo que pedir dinero prestado para comprar la ropa de su primera presentación, mientras que Oropeza debió trabajar desde muy pequeño para aportar económicamente en su hogar. Se puede deducir que gracias a sus experiencias personales ese sentimiento que emite la canción se ve reflejado en la letra.
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