El niño Ángel Ávila (10), quien se perfilaba como una promesa del beisbol venezolano, murió al ser arrollado por una camioneta Jeep Grand Cherokee.
El pequeño viajaba en una moto Empire Keeway manejada por un amigo de la familia y en ella también iba su mamá Johana Rojas como parrillera, cuando fueron impactados en la Avenida Intercomunal de Guarenas a la altura de Trapichito en el estado Miranda.
Al parecer, la conductora de la camioneta golpeó por la parte de atrás al vehículo de dos ruedas, provocando su derrape y que el infante saliera eyectado hasta caer en el suelo.
Según la información aportada por los cuerpos de seguridad, el niño presentó fuertes contusiones en la cabeza y otras partes del cuerpo, por lo que la causa del deceso, según el parte médico, fue traumatismo craneoencefálico.
Otro de los datos aportados por los uniformados es que Ávila no llevaba casco protector y según regresaban de una práctica de beisbol.
El niño residía en el sector El Dividivi de Guarenas, junto a sus padres, quienes tienen un emprendimiento de alquiler de lavadoras. Los vecinos y quienes le conocieron lo describen como un niño cariñoso y muy querido.
Ávila, quien el venidero mes de junio cumpliría 11 años, pertenecía a la selección infantil de Béisbol del Municipio Plaza, y se preparaba para ir a un concentrado que se realizaría en la ciudad de Charallave, estado Miranda, por lo que estaba cumpliendo con la que sería su última práctica.
La conductora de la camioneta fue retenida por las autoridades para la respectiva consecución de las investigaciones que determinarán responsabilidades. El auto está bajo custodia policial al igual que la motocicleta involucrada.