A tempranas horas de este viernes 2 de diciembre, la vida de Yenny Josefina Botello Montes (42) fue arrebatada por un sujeto desconocido que le disparó en el pecho frente a su hija, tras irrumpir en su hogar ubicado en las petrocasas de Altos de Carabobo, municipio Valencia.
Alrededor de las 6:30 a.m., la adolescente de 13 años de edad estaba terminando de alistarse para ir al liceo mientras su madre se bañaba.
La señora le pidió a la muchacha que le buscara una toalla, así que la menor fue hasta la habitación, tomó el paño y de regreso vio al hombre con camisa verde y pantalones de jean que había ingresado a la vivienda llamando a la mujer por su nombre.
“Era bajito, moreno y tenía la cara llena de espinillas. Se paró en la entrada del baño con la pistola, apuntó, le pegó el tiro y salió corriendo”, explicó la testigo.
La dama cayó al suelo con un agujero sangrante unos pocos centímetros más arriba del seno izquierdo.
Su hija, temblando de miedo y asombro, fue desesperadamente a la casa vecina de su abuela para pedir ayuda. “La niña llegó gritando y así nos enteramos. Llamamos a la policía y un vecino nos ayudó a traer a Yenny al hospital”, comentó el hermano de la víctima, Juan Montes, en las afueras de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET).
En el camino, el líquido rojo no paró de brotar del pecho de Botello Montes, quien parpadeaba agonizante con descomunal esfuerzo por mantener la consciencia. El asiento del vehículo acumulaba cada vez más sangre y los ojos de Yenni terminaron de cerrarse: ingresó a la sala de emergencia sin signos vitales.
El cadáver de la señora fue trasladado hasta la morgue, mientras que funcionarios de la Policía de Carabobo acudían a la escena del crimen para recabar evidencias.
Los familiares de la difunta sienten que los domina una sensación de dos caras: por un lado, el abatimiento de la pérdida; por el otro, el desconcierto de las causas que motivaron el asesinato. “No entendemos por qué pasó. Ella era una mujer tranquila, no tenía problemas con ninguno de los vecinos”, comentó la cuñada de Yenny.
Otra vecina, que acudió al hospital para acompañar a los dolientes, aseveró al equipo de Notitarde que la fallecida solía ser una persona que no se metía en conflictos con nadie.
“Ella era callada. Poco la veías hablando con los demás. Estaba siempre en su casa, pendiente de sus hijos”.
De Yenny Botello se sabe que era ama de casa y que dejó huérfanos de madre a dos menores de edad: la muchacha de 13 años, estudiante de primer año, y otro adolescente de 17 años, quien no presenció el crimen porque la noche anterior se había quedado en casa de su novia.
Detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ya iniciaron las averiguaciones para dar el paradero del homicida y esclarecer el misterioso asesinato.
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