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Eran aproximadamente las ocho de la mañana cuando una horda enardecida perseguía a un delincuente, quien minutos antes había despojado a una persona de su teléfono celular en la calle Barreto de Maturín.
Pedro Rodríguez, aguardaba pacientemente bajo la famosa mata de tamarindo, su momento de cargar pasajeros con destino a San Antonio de Capayacuar debido a que había perdido su turno reglamentario por llevar una maqueta al colegio donde estudia su hijo.
Rodríguez, laboraba como transportista en la línea ejecutiva con destino a la capital del municipio Acosta.
La bulla de la gente que perseguía al delincuente le llamó la atención, quiso ayudar y corrió detrás del malhechor hasta atraparlo en la carrera 33 a pocos metros de la sede de la línea de carrito por puesto.
Cuentan sus compañeros de trabajo que Pedro, no oyó los gritos y alertas que le hacían saber que el sujeto identificado como Yimi David Marín Rodríguez (23), estaba armado.
Tras unos minutos de forcejo, el delincuente le propinó una puñalada certera a la altura de los pulmones, lo que permitió que huir, pero no tan lejos, a los minutos fue capturado por efectivos policiales.
En el lugar quedaron marcas de sangre que será el recordatorio que la “la mujer de negro” visitó la zona muy temprano en la mañana llevándose a un inocente.
La víctima fue trasladada de inmediato al Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar (Humnt) en Maturín, sin embargo, al llegar y pese a los esfuerzos de los galenos ya era tarde, su cuerpo estaba sin signos vitales.
Sus compañeros de labores al enterarse del deceso no lo podían creer, mil veces imploraron al cielo que no fuera cierta la noticia. Muchos de ellos se apersonaron a las afueras de la sala de necropsias para verificar lo informado.
En San Antonio de Capayacuar, de donde es nativo Pedro Rodríguez, también lo lloraron, solo pedían justicia para un hombre al que describen como buen hijo, esposo, padre y trabajador incansable.
Desde hace varios años, el hoy occiso residía en la zona 12 del Complejo Habitacional La Gran Victoria, mejor conocido como «Los Iraníes», con su muerte deja dos hijos en estado de orfandad.
No habían transcurrido tres horas del asesinato del profesional del volante, cuando efectivos del Servicio de Vigilancia de la Policía Municipal de Maturín (Polimaturín), detuvieron a Yimi David Marín Rodríguez (23).
La captura se realizó en las adyacencias de la plaza Ayacucho, trasladándolo hasta la sede del cuerpo policial en la avenida Bella Vista y puesto a la orden de la Delegación de Homicidio del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
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