El crimen de Máximo conmociona a todo Tucumán, Argentina. Su padre, Maximiliano Lazarte de 32 años, lo asesinó, quemó su cuerpo y luego se suicidó. Desde el entorno familiar aseguran que lo hizo para vengarse de su exmujer.
El brutal hecho se descubrió el domingo al mediodía en una casa del barrio Néstor Kirchner, al sur de la provincia de Tucumán. El hombre de 32 años trabajaba como albañil y se había separado hacía dos semanas de su exmujer, luego de diez años de relación.
Sin embargo, el crimen se realizó un día antes. Fuentes judiciales describieron la escena como una situación desgarradora. El cuerpo del niño estaba tirado en el piso y se encontraba carbonizado. Lo había quemado en un cuarto en construcción, dentro de la vivienda. A pocos metros, yacía el cuerpo del asesino, colgado del techo con una soga.
Quizás podría tratarse de un desperfecto eléctrico, pero no fue así. Los informes indicaron que la parte eléctrica del cuarto estaba intacta y el fuego estaba extinto cuando llegaron los bomberos.
«Mató a mi nieto para vengarse de mi hija», dijo la abuela de Máximo, quien fue protagonista de una escena terrible. El 26 de enero, el día que la pareja se separó definitivamente, tuvo que ir a buscar a su hija a la casa en donde convivía con Lazarte. El hombre la tenía encerrada en un cuarto y ni siquiera le había permitido ir a trabajar.
Desde ese día, Matilde y el pequeño Máximo se mudaron a la casa de la mujer y comenzaron las discusiones para decidir «con quien iba a vivir el menor y el régimen de visitas».
Momentos antes del crimen
Matilde preparó a su hijo Máximo porque iba a pasar cuatro días con su padre. «Hasta el martes mi nieto iba a estar con él y después mi hija lo buscaría. Ya estaban haciendo los trámites para inscribirlo en el jardín», expresó. Sin embargo, ese mismo sábado, Lazarte terminó con su vida.
El domingo, Matilde intentó comunicarse para saber cómo seguía su hijo, pero no obtuvo respuesta. Esa situación encendió las alarmas, pero fue una hermana del hombre quien encontró los cuerpos.
«Los forenses determinaron que tenían 24 horas de fallecidos en el lugar. Realmente la escena fue desoladora», dijo el fiscal Alejandro Valeros.
Por su parte, la abuela del niño agregó que «no quería que nadie supiese de lo que él le hacía”. «La maltrataba, le hacía de todo. La obligaba a que ella le diera la mitad de su sueldo y además la tarjeta Alimentar. La vivía», expresó.
Con información de MDZ