Ante el hecho del diagnóstico de su pequeña niña a la edad de 3 años, Katerine, sintió que la vida le cambió, pero como toda madre venezolana buscó toda la ayuda necesaria, viajó a la ciudad de Caracas, pudo brindarle todo lo se requería, tanto en sus terapias como en la intervención médica y nutricional.
La madre además expresó que fueron casi dos años en la capital del país, de arduo trabajo en cuanto a la intervención Biomédica y Terapeuta se refiere, pues es allí donde, decidió hacer algo en la ciudad de Maturín por el beneficio, tanto de mi hija como la de cientos de niños con necesidades especiales y es cuando se propone emprender con este proyecto, creando el Centro de Integración Sensorial para la Neuro Estimulación (CISNE), y desde el 2016 está brindado atención a la comunidad de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), síndrome de Rett, Trastorno Desintegrativo Infantil, Trastorno Generalizado del Desarrollo no Especificado entre otros.
En virtud de la experiencia vivida como madre, se ha dedicado estos últimos años a formarse y a investigar todo lo referente a la Intervención biomédica y cuáles serían los especialistas que realmente estuvieran preparados para realizar el abordaje correcto sobre el estudio de las necesidades reales que presenta cada niño y brindarles una nueva alternativa: la equinoterapia.
Esta misma realidad, se reflejó en la vida de Luis Mathías, de cuatro años, quien ha mejorado paulatinamente desde que empezó a recibir las equinoterapias, «ha sido un verdadero milagro», así lo expresó la madre del infante.
“Me siento muy agradecida con este centro de integración, creo y confío mucho en la equinoterapia, doy mi testimonio de que es efectivo. Mi hijo, cuando se incorporó, contaba con poca movilidad física y ahora es un niño muy activo”, relató la madre de Luis Mathías.
Asimismo Mary Rodríguez, madre de una niña de 3 años, tras recibir las terapias sobre el caballao le ha permitido a su hija crecer y tener una vida más sociable y con mejor estado de ánimo.
“La niña, con apenas tres años de edad, empezó a manifestar límitaciones en su lenguaje, ya no evolucionaba y le costaba moverse, situación que me asustó mucho. Con el tiempo me encontré con una madre de familia que me comentó acerca del Centro de Integración Sensorial para la Neuro Estimulación (Cisne)”, manifestó.
“Ha tenido un progreso impresionante, tanto en su movilidad, como en la parte de socializar, ahora disfruta de jugar y convivir con otros niños”, explicó Mary.
Por su parte, Katerine Buttó, directora de Cisne, explicó que «es muy bonito ayudar, pero más lo es cuando se ven los resultados, cuando vemos que el centro de integración y el caballo les ayuda a fortalecerse».
Es un centro de terapia para niños con o sin condición, destinada a brindar atención, Especializada e Individualizada. Con el fin de brindarle a los niños y a sus padres, las herramientas necesarias para obtener avances significativos en el proceso terapéutico y lograr las respuestas adaptativas necesarias para su desenvolvimiento dentro de la sociedad.
De la misma manera,recalcó que lo primero que hay que tener en cuenta, son los beneficios que aporta el caballo tan sólo subiendo y andando al paso. El caballo tiene un movimiento tridimensional que genera un paso que a todo el que se sube y se deje llevar le induce un estado de relajación que consigue que los niños muy movidos e impulsivos lleguen a niveles de tranquilidad y sosiego muy altos. Esto facilita comportamientos de colaboración que se reflejan en la concentración y la atención durante el trabajo.
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