Yenitza Pablos Rondón y Eleidomira del Valle Guzmán trabajan con un arte milenario, el de la acupuntura. En 2010 la Unesco declaró la acupuntura Patrimonio Cultural de la Humanidad. Esta rama de la medicina tradicional china, cada vez tiene más presencia en Europa no tanto en Latinoamérica, por su efectividad en el tratamiento de numerosas enfermedades, por lo que se trata de una profesión con excelentes expectativas de futuro en los próximos años.
En el programa Gente de Monagas Eleidomira Guzmán se refirió a esta medicina alternativa existente hace más de 2.000 años, que tiene como objetivo restaurar la salud del paciente. Es un arte muy vinculado a la filosofía china, en la que el cuerpo, al igual que el mundo, se concibe como un todo que se relaciona entre sí. Partiendo de esta base, existen muchísimos puntos de acupuntura que están contactados a través de meridianos (vías que se llaman king). El conjunto de estas vías generan un flujo de energía llamada Qi (pronunciado, “chi”) responsable de la salud del individuo. Esta energía Qi tiene dos modalidades: yin y yang, y el desequilibrio entre ambas es lo que provoca la enfermedad.
Me encargó de aplicar esta técnica de la medicina oriental a los pacientes. Para poder determinar el tratamiento, lo primero es realizar un diagnóstico. El acupuntor acudirá a la información que le dé el paciente, así como a la observación de aspectos como la lengua o el pulso.
Continua dicièndonos que el trabajo principal es la inserción de las agujas en el cuerpo, para lo que el acupunturista tener la capacidad de localizar los puntos concretos a trabajar en función de cada paciente. Tiene que saber que la definición de los puntos acupunturales está estandarizada a través de una guía de la Organización Mundial de la Salud.
También se usan otras técnicas, como es el caso de las moxas: una planta llamada artemisa que se prensa en forma de cigarro, se enciende y se aplica para dar calor en el tratamiento del dolor. Otra opción es la de tazas de vidrio redondas para crear succión y estimular el flujo de energía.
Las sesiones suelen durar entre 20 y 45 minutos. Una vez colocadas las agujas, el profesional deja solo y en silencio al paciente sobre una camilla, pudiendo llegar a dormirse en muchas ocasiones.
La acupuntura es beneficiosa para muchas enfermedades: adicciones, ansiedad, migrañas, asma, artritis… pero también puede ser peligrosa en algunos casos como el embarazo.
– Pese a que no es una profesión regulada (a penas lo está a nivel europeo), tiene que tener amplios conocimientos y años de experiencia para poder considerarse un acupuntor profesional. Los conocimientos necesarios puede adquirirlos a través de Cursos Especializados en Acupuntura.
– Como es necesario que tengas amplios conocimientos en aspectos como la anatomía, otra vía que puedes elegir es la universitaria. En este sentido las carreras que te pueden aportar estos conocimientos son: Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Grado en Medicina, Grado en Fisioterapia. Luego puede especializarse con un Máster en Acupuntura.
Cualquiera de las vías que elija será correcta siempre y cuando tengas en cuenta que la formación es imprescindible. Además, serán necesarias cualidades propias como la capacidad de concentración o la responsabilidad.
A Eleidomira Guzmán y a Yenitza Pablos la puede conseguir a través de sus redes @casadelyinyang y a travès del 04249258150
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