«Hoy es un primer paso. Cada fuerza política va a definir quiénes son los candidatos. Nosotros tenemos una buena expectativa para hoy», sostuvo el ministro de Economía y candidato oficialista Sergio Massa tras emitir su voto en una escuela de la localidad bonaerense de Tigre. Los argentinos votan este domingo en elecciones primarias para definir sus candidatos a las presidenciales de octubre, un proceso incierto en el que los sondeos todavía no arrojan un favorito para suceder a Alberto Fernández.
Los colegios electorales abrieron en toda Argentina a las 08:00 (hora local, 13:00 CET) para que unos 35,4 millones de argentinos llamados a las urnas configuren con su voto las listas electorales. El escrutinio provisional se iniciará esta misma noche, pero el definitivo, a cargo de la Justicia electoral y el único con validez legal, se iniciará el martes.
El próximo 22 de octubre se elegirá presidente y vicepresidente del país, así como 130 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 en el Senado. Además, se elegirán 43 representantes argentinos para el Parlamento del Mercosur (Parlasur). Las primarias de hoy, que servirán para definir las candidaturas, son obligatorias tanto para los partidos políticos como para los electores de 18 a 70 años y son las séptimas que celebra Argentina desde la adopción de este sistema con los comicios de 2011.
Más de 85.000 efectivos militares y de las fuerzas de seguridad brindan custodia a las 108.107 mesas de votación distribuidas en 17.432 escuelas y otros recintos de todo el país, que estarán abiertos hasta las 18.00 horas (23:00 CET) para el acto electoral. Para estas primarias se han inscrito un récord de 27 fórmulas presidenciales, además de 3.782 aspirantes a una banca de diputado y 386 para el Senado.
Más allá de la validación de candidaturas para octubre, esta elección constituye una gran «encuesta» sobre las tendencias políticas de la ciudadanía argentina, que va a las urnas en medio de un complejo escenario económico y todavía conmocionado por la muerte de la joven Morena Domínguez, por la que se llegó a suspender los actos de campaña. El resultado de la primaria se juega en cuatro distritos clave, los más poblados del país: las provincias de Buenos Aires (37 % del padrón nacional), Córdoba (8,7 %) y Santa Fe (8 %) y la capital argentina (7,2 %).
La alianza oficialista Unión por la Patria (peronismo) descartó siquiera pensar en la reelección de Fernández, cuyo gobierno tiene un rechazo de más del 80%, y se alineó con el ministro de Economía, Sergio Massa. Abogado de 51 años, cultiva buenas relaciones con los diversos actores del poder, sea los empresarios, los sindicatos o el Fondo Monetario Internacional. De manera casi testimonial lo desafía Juan Grabois, un líder de los movimientos sociales cercano al papa Francisco.
En cambio, en la coalición opositora Juntos por el Cambio (centro-derecha) se desarrolla una auténtica lucha entre el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta (de 57 años), y la exministra de Seguridad Patricia Bullrich (de 67), dos figuras entre la moderación y la intransigencia que a lo largo de la campaña han exaltado sus diferencias.
Como fenómeno novedoso aparece el libertario Javier Milei, un economista de 52 años que pretende afincarse como tercera fuerza nacional con un agresivo discurso contra lo que llama la «casta política».
Tras años enfrascados en la polarización, que bautizaron «grieta», para los argentinos esta elección será la primera sin los expresidentes Cristina Kirchner ni Mauricio Macri, figuras tutelares del oficialismo y la oposición.
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