Fue esa fecha de 1941, en el Nuevo Circo de Caracas, cuando el Partido del Pueblo irrumpió a la escena púbica, si bien el acta fundacional se había suscrito meses atrás, el 29 de Julio, en la sede de una empresa cinematográfica propiedad de Rómulo Gallegos.
En el mitin inaugural correspondió a Rómulo Betancourt pronunciar el discurso de cierre. De esa extraordinaria pieza oratoria recuerdo hoy lo siguiente: ”Nosotros, los hombres de Acción Democrática, partido afirmativo y con fe en las reservas de la nacionalidad, decimos que Venezuela no está perdida. Puede salvarse, debe salvarse y se salvará.
Su situación difícil será corregida, si en los hombres y en las mujeres de este país -los que están en el gobierno y los que estamos en la oposición- se afirma el sentido de la responsabilidad hacia la tierra donde nacimos, y nos empeñamos todos en hacerla tramontar la crisis económica y fiscal que la agobia, y la ayudamos a salir de ella fortalecida”.
Nótese, de la cita del fundador, su llamado quienes están en el gobierno y a los que están en la oposición a empeñarse en salvar al país, nada distinto a lo que personalmente proclamo. Solo juntos, todo el liderazgo de la vida venezolana, será posible dejar atrás la dramática situación que enfrentamos y forjar una Venezuela diferente.
Es hermosa la historia de Acción Democrática, rica en realizaciones y plagada de héroes y heroínas que sacrificaron sus vidas en pos del ideal colectivo de democracia y libertades plenas. Con Ruiz Pineda, Carnevalli, Nieves Ríos, Manuel y Manuelito Reyes, Droz Blanco, Omaña; fueron centenares los torturados, los encarcelados, los exiliados. Son innumerables los logros que exhibir.
Héroes los de ayer pero también héroes y heroínas los de hoy porque la entrega total es también un acto de heroísmo. En ocasión del sepelio de Rómulo Betancourt, al cual asistí muy joven junto con una numerosa representación de Monagas, pude escuchar a Gonzalo Barrios pronunciar las siguientes palabras y cito de memoria: “Es muy fácil dar la vida por una causa en un minuto. Lo difícil es dar cada minuto de la vida por una causa”.
Muy apropiadamente en este aniversario recordamos a Nixon Maniglia, quien dio cada minuto de su vida por la causa del Partido del Pueblo. Personalmente nunca lo olvidaré a mi lado en tantas jornadas enarbolando, contra todo evento, las blancas banderas de Acción Democrática. Murió en “su Ley”, dirían en el llano, empeñado infatigablemente en recuperar el lugar que corresponde a la Organización en el corazón de los venezolanos especialmente de los más humildes.
No son tiempos fáciles estos para nuestros dirigentes y militantes, no lo son tampoco los inmediatos venideros pero más temprano que tarde, si continuamos marchando juntos, de la mano, como familia que somos, Acción Democrática será una vez más protagonista de la forja de un mejor mañana.
A nuestros queridos compañeros y compañeras, donde quiera que estén, un gran abrazo y la invitación, a la que me sumo entusiasta, que nuestro liderazgo nacional al frente Bernabé Gutiérrez, secretario general nacional, hacen que se vengan pa´ su casa que les esperamos emocionados con los brazos abiertos.
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